Ruzanuvol, cervecería artesanal italiana

Reconozco que me picaron la curiosidad las declaraciones de Bernd Knöller (restaurante Riff) señalando la cerveza italiana de Ruzanuvol como la mejor que se puede disfrutar en Valencia. En su cuadruple condición de alemán, amante de la cerveza, persona curiosa y cocinero de talento, es sin duda una opinión a tener en cuenta. Después cada uno debe sacar sus propias conclusiones, por supuesto.  A la primera ocasión nos plantamos en Ruzanuvol para saborear algunas de sus cervezas artesanales, cinco de ellas de barril,  importadas desde Italia. Reconozco que nunca he tenido en gran consideración las cervezas italianas convencionales, es decir comerciales, cuya calidad es bastante floja en mi opinión. Cuando he estado por Italia la cerveza nunca se ha contado entre sus innumerables atractivos. Pero nada tienen que ver cervezas como Moretti, por poner un ejemplo muy conocido, con las cervezas que podéis beber aquí.

Para empezar compartimos una Tipopils (cerveza estilo Pilsner) y una Bibock (cerveza estilo bock, es decir tostada):


La Pislner me pareció buena aunque quizás me sorprendió menos, suavidad, amargor justo y sabor persistente. En cuanto a la Bibock se trata de una cerveza realmente aromática y rica en matices, donde se nota la presencia indudable de varios tipos de lúpulos. Notas frutales y retrogusto intenso. Llama la atención, en todas las cervezas, el contenido controlado de carbónico y la temperatura no excesivamente baja, dos condiciones que favorecen la apreciación de matices y aromas en la cerveza. El exceso de gas y la temperatura helada (alguna marca llega a utilizar el término glacial como cualidad distintiva...) sirven para enmascarar defectos e igualar calidades en cervezas del montón.

Para probar alguna cerveza más pedí un vaso de Gaina, cerveza de estilo IPA (Indian pale ale), que me pareció realmente sobresaliente, con unos toques frutales, el litchi me vino enseguida a la cabeza, y casi florales impresionantes. Cabeza de espuma poco persistente como único leve punto débil. Perfume sutil y embriagador.



Un local, también agradable en cuanto a su decoración y al trato amable de su personal,  al que volveré sin ninguna duda para volver a disfrutar de estas y otras cervezas. También tienen tapas y embutidos italianos aunque yo tome las cervezas como " tentempié" de media tarde y no os puedo decir nada de ellas de momento. Nos vemos en Ruzanuvol, en Ruzafa, por supuesto.




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