Jalasan

La verdad es que mis conocimientos en cuanto a gastronomía coreana son muy limitados, casi inexistentes, si exceptuamos el popular kimchi apenas conocía un par de platos y simplemente por haber leído sobre ellos y haber intentado hacer en casa algo que se pareciese, nunca hasta ahora había comido en un restaurante especializado. La experiencia no ha sido positiva pero al carecer de referencias no puedo saber si es por la cocina coreana en si o por como la preparan en éste restaurante. La verdad es que la estética del local no te hace presagiar que vayas a disfrutar de una comida excelente. El comedor, oscuro, lóbrego y con una extraña e inclasificable decoración parece transportarnos al refectorio de un monasterio confuccionista o al comedor de una prisión comunista. A la hora de pedir la elección no resultó sencilla por nuestro casi total desconocimiento de los platos de la carta,  en la que por cierto, en los platos que me sonaban, la transcripción del coreano al alfabeto latino no coincide con la que había leído previamente. En fin, como buenamente pudimos elegimos cinco platos para compartir entre los tres comensales que nos dimos cita.

Comenzamos por el Bibimbap, un plato muy popular de las gastronomía coreana. Desconozco por cierto las diferencias culinarias, que me imagino que las habrá, entre Corea del Norte y del Sur.




Es un plato sencillo que consiste en arroz con vegetales salteados por separado y un huevo frito, se mezcla con un salsa de chile rojo picante llamada gochujang que aquí no estaba por ningún sitio. No está mal como plato de batalla que no llama la atención en absoluto, probablemente con la salsa picante habría ganado algo de gracia.

No soy excesivamente aficionado en general a los dumplings asiáticos, no me apunte el nombre de estos




Los he comido mejores, es verdad que también peores. Tanto la masa como el relleno de carne de cerdo y verduras resultan aceptables, sazonadas con un poco de salsa de soja entran bien.

El Japchae, un plato de fideos o tallarines transparentes de soja con carne, verduras, setas, etc que se sirve con salsa




vino servido en una fuente extremadamente inapropiada para un plato de este estilo, tras traspasarlo a unos cuencos que nos habían traído para otro plato pudimos comerlo en mejores condiciones. Seguramente fue el mejor plato, sin ser nada del otro mundo, el sabor y la textura de los fideos estaba bien, la salsa o caldo (no sabría cual definición se ajustaría mejor en este caso) excesivamente aceitosa, algo que sería ya la tónica hasta el final.

Si durante la comida venía echando de menos el picante con el Yuk Gue Chang llegó todo de golpe




una especie de estofado con "cosas", verduras, ternera, algun fideo, con un salsa muy aceitosa y muy picante que se sirve con arroz blanco. Un plato muy flojo con un sabor poco apetecible.

El Oching-o Bokum es un plato de calamares y verduras con un salsa picante, aunque picaba bastante menos que el anterior plato




Un plato la verdad es que tremendamente insulso, trocitos de calamar y vegetales salteados con una salsa picante que es 95% aceite, no precisamente de oliva virgen extra.

Una cocina de supervivencia elaborada con productos no precisamente excelsos y con bastante falta de tino en cuanto a las proporciones, demasiado aceite, picante inexistente (en platos que deberían llevarlo) o excesivo, etc. Por supuesto no tiro la toalla en lo que se refiere a la cocina coreana, hay que probar mas sitios, apuesto a que los hay muchos mejores aunque posiblemente sea difícil hacerse una idea cabal sobre la misma sin visitar Corea.


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