Casa Amores

Si tenemos en cuenta que me gustan los tacos de La Llorona y que mi alimento favorito es el pescado no es difícil imaginar que la decisión de José Gloria, alma mater de La Llorona, de abrir un nuevo restaurante de comida mexicana especializado en pescado despertó en mi una expectación considerable. Hemos dejado que Casa Amores, que así es como se llama este nuevo proyecto, adquiriese un poco de rodaje y ayer llegó por fin el momento de hacerles una visita. El espacio físico está decorado con un minimalismo extremo y elegante, paredes de hormigón, algunos focos empotrados y bombillas colgadas del techo, nada que reste protagonismo a la comida. De entrada hay que decir que resulta muy interesante conocer una cocina mexicana poco habitual para nosotros, ya que generalmente asociamos comida mexicana con platillos populares como los tacos, fajitas, quesadillas, burritos, enchiladas, sopes, etc, en los que el relleno suele ser carne deshilachada además de otros ingredientes. Es algo así como reducir la gastronomía italiana a pasta y pizza, por suerte en Casa Amores podemos disfrutar de otra comida mexicana alejada de los tópicos, sin duda una apuesta valiente que es muy de agradecer.

El apartado de las bebidas está muy cuidado, hay una más que aceptable carta de vinos, cervezas tanto mexicanas como más convencionales, gran variedad de tequilas y mezcales y una interesante carta de cócteles como este originalísimo y espectacular "Cirujano"




con aguacate, cilantro, lima, tequila, sirope, agave y jengibre. No tuvo tanto éxito la michelada (bebida que se obtiene mezclando cerveza, limón, sal, salsa perrins, tabasco, etc)




quizás con un poco más de sal de la deseable.

El aperitivo de la casa son unos refrescantes y resultones daditos de sandía aliñados con lima, sal y chile.




Como primer entrante tomamos unas Empanadas de jaiba (cangrejo) picante




que van rellenas de cangrejo, cebolla, ajo, chile y trocitos de almendra que le dan el toque crujiente. Las empanadas, que se acompañan de una salsa verde ligeramente picante, estaban francamente buenas, probablemente las mejores empanadas de cangrejo que he comido. Relleno muy sabroso y perfectamente sazonado, masa crujiente y fina.

El segundo entrante fue un cóctel "Vuelve a la vida", una especie de ceviche de mariscos




con langostino, pulpo, mejillón, ostra, hortalizas crujientes y una espectacular salsa cítrica y picante. Creo recordar que estaba hecha con un fondo de carabineros, tiene además un toque ligeramente dulce que recuerda un poco al famoso "ceviche al estilo de Acapulco" pero muchísimo más delicado y equilibrado. Un gran plato.

El primero de los platos principales fue este curioso Mole verde con cangrejo de concha blanda.




Además de cangrejo y mole verde lleva espárragos, brócoli, cebolla, pipas de calabaza y polvo de chile tostado. Es un plato que me soprendió mucho, no tanto por la inusual combinación de ingredientes sino porque el cangrejo se fríe entero y se come absolutamente todo, la fina concha tiene una textura tierna y se corta con mucha facilidad. Son cangrejos que acaban de mudar su concha y tienen un exterior blando que los deja desprotegidos. Podéis mezclar trozos de cangrejo, verduras y mole y haceros unos tacos que además de originales están muy ricos.

El otro plato principal es éste Pescado a la talla.




Se trata de un pescado, lubina en éste caso, con un adobo de chile guajillo, en realidad una mitad lleva este adobo y la otra una salsa verde. Aunque las dos mitades están buenas, la mejor es la que lleva el adobo de chile guajillo, le da un sabor intenso y peculiar al pescado. Se sirve con salsa verde, guacamole, frijoles refritos y tortitas. Un plato sin duda muy completo y con muchos sabores, muy conseguido.

Como veis una cena mexicana compuesta integramente por pescado y verduras, algo que llama bastante la atención. Por cierto, los carnívoros también tienen su oportunidad ya que hay algunos platos con carne. No sólo disfruté de cada uno de los platos sino que ha sido una de las experiencias gastronómicas más gozosas y estimulantes que he tenido últimamente.  Larga vida a Casa Amores.



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