Hacer de la necesidad virtud es algo aplicable en muchos ámbitos pero en la cocina yo al menos lo entiendo como ser capaz de elaborar un buen plato utilizando lo que uno tenga disponible en ese momento, en muchos casos ingredientes humildes y que queremos aprovechar. Este plato surgió de forma casual un domingo en el que tenía en una cazuela el jugo de unos mejillones que me había comido la noche anterior. En lugar de tirarlo se me ocurrió usarlo como caldo de cocción para un arroz y con lo poco que tenía en la nevera salió un plato muy sabroso que seguramente no ganará un premio en un concurso de cocina pero que es rápido, fácil, ultraeconómico y permite aprovechar un caldo que normalmente tiramos y que contiene un gran sabor a mar.
Ingredientes (para 2 personas)
La receta empieza con la elaboración de los mejillones. Aquí podéis prepararlos con lo que queráis, utilizando cualquiera de estos elementos: aceite de oliva, pimienta, clavo, ajo, laurel, limón, vino blanco, pimentón, etc.. eso si, no os paséis y mezclarlos con cierto criterio.
Una vez que nos hemos comido los mejillones, colamos el caldo y reservamos.
En una cazuela empezamos salteando la cebolla y el puerro finamente picados y la zanahoria en trocitos. Cuando estén bien pochados añadimos el ajo, salteamos y añadimos dos cucharaditas de pulpa de pimiento choricero. Podéis hidratar un pimiento choricero y obtener su pulpa o podéis usar pulpa envasada, que es un producto de excelente calidad. Eso si, para que la próxima vez que la queráis usar no se os haya estropeado os aconsejo que lo cubráis con un poco de aceite de oliva.
Acto seguido añadimos el arroz, le damos un par de vueltas y le ponemos el caldo, al que habrá que añadir algo de agua y el perejil picado. La elección del arroz basmati no es casual, necesita menos líquido y de esta forma tendremos que añadir menos agua conservando mejor el sabor intensamente yodado del caldo de mejillón.
Este arroz, al ser de grano delgado, necesita sólo unos 12 minutos de cocción aproximadamente. Tras 5 minutos de reposo el arroz estará listo para servir.
Es importante no añadir sal ya que con la que contienen los mejillones es suficiente. Evidentemente es posible hacer una versión mejorada añadiendo también los mejillones si no nos los hemos comido antes, pero aquí hemos preferido presentar la versión "pobre".
Una persona atenta y escrupulosa podría poner objeciones desde el punto de vista higiénico ya que cuando comemos los mejillones generalmente los servimos con el caldo y al cogerlos existe contacto con nuestros dedos...la verdad es que yo sólo he preparado este plato para mi mismo, en cualquier caso si lo hacéis para más personas que sean de confianza o que no tengan demasiados reparos con lo que comen.
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Ingredientes (para 2 personas)
- Jugo de la cocción de 1 kg de mejillones
- 1 cebolla grande o dos medianas
- 1 puerro grande
- 1 zanahoria
- 2 dientes de ajo
- Perejil fresco picado
- Aceite de oliva
- 200 gramos de arroz basmati
- Pulpa de pimiento choricero o en su defecto pimentón
La receta empieza con la elaboración de los mejillones. Aquí podéis prepararlos con lo que queráis, utilizando cualquiera de estos elementos: aceite de oliva, pimienta, clavo, ajo, laurel, limón, vino blanco, pimentón, etc.. eso si, no os paséis y mezclarlos con cierto criterio.
Una vez que nos hemos comido los mejillones, colamos el caldo y reservamos.
En una cazuela empezamos salteando la cebolla y el puerro finamente picados y la zanahoria en trocitos. Cuando estén bien pochados añadimos el ajo, salteamos y añadimos dos cucharaditas de pulpa de pimiento choricero. Podéis hidratar un pimiento choricero y obtener su pulpa o podéis usar pulpa envasada, que es un producto de excelente calidad. Eso si, para que la próxima vez que la queráis usar no se os haya estropeado os aconsejo que lo cubráis con un poco de aceite de oliva.
Acto seguido añadimos el arroz, le damos un par de vueltas y le ponemos el caldo, al que habrá que añadir algo de agua y el perejil picado. La elección del arroz basmati no es casual, necesita menos líquido y de esta forma tendremos que añadir menos agua conservando mejor el sabor intensamente yodado del caldo de mejillón.
Este arroz, al ser de grano delgado, necesita sólo unos 12 minutos de cocción aproximadamente. Tras 5 minutos de reposo el arroz estará listo para servir.
Es importante no añadir sal ya que con la que contienen los mejillones es suficiente. Evidentemente es posible hacer una versión mejorada añadiendo también los mejillones si no nos los hemos comido antes, pero aquí hemos preferido presentar la versión "pobre".
Una persona atenta y escrupulosa podría poner objeciones desde el punto de vista higiénico ya que cuando comemos los mejillones generalmente los servimos con el caldo y al cogerlos existe contacto con nuestros dedos...la verdad es que yo sólo he preparado este plato para mi mismo, en cualquier caso si lo hacéis para más personas que sean de confianza o que no tengan demasiados reparos con lo que comen.