Retomamos la crónica de los gastrojueves con este restaurante de comida de la India, ubicado en la avenida de Francia en un pequeño y moderno local en el que yo ya estuve hace unos años cuando acogía otro restaurante -del que no recuerdo el nombre-. La verdad es que ha costado mucho tiempo volver a decantarse por un restaurante de comida india después de la terrible experiencia en Shere Khan, pero hay que dar oportunidades a todos y que no paguen justos por pecadores, por fortuna en esta ocasión hemos comido bastante correctamente. La carta tiene la misma estructura básica que el resto de restaurantes de este tipo, entrantes donde encontramos patés, samosas, pakoras, verduras, etc, biryanis y arroces de acompañamiento, naan y panes similares, currys y platos hechos en el horno tandoori. Y por supuesto toda la comida es rica en especias y posee un punto picante de intensidad variable que conviene consultar para no llevarse un susto, sobretodo si no lo toleráis demasiado bien.
Creo que en todos los restaurantes indios en los que he estado el aperitivo de cortesía ha sido un pappadum -torta muy fina y crujiente que puede hacerse con diferentes tipos de harina- y alguna salsas para acompañarlo.
Personalmente nunca le he visto ningún interés y esta vez tampoco ha sido una excepción, el papadum estaba bastante insípido -a veces le ponen comino y tiene un poco más de gracia- y las salsas, una de ella era dulzona -con mango probablemente- y la otra más aromática, con hierbabuena y especias que recordaban a algunas salsas para caracoles.
Como entrante pedimos unos Mejillones masala
con salsa de tomate especiada, que no estaban mal pero con un punto dulce innecesario y excesivamente acusado que a mi personalmente no me gusta.
Como platos pricipales, a la izquierda podéis ver el Pollo Jalfrezi y a la izquierda los pinchos de cordero marinado asados en el tandoori.
y como acompañamientos Arroz basmati y Naan -un pan plano muy típico de la India-.
El Jalfrezi suele ser un curry muy picante, así que pedimos que picara pero sin pasarse. Estaba sabroso, fuertemente especiado y picaba de forma razonable, la salsa se empujaba muy bien con el arroz basmati, que estaba muy bien de punto, del que por cierto nunca había visto unos granos tan largos. Recomendable.
El Cordero también tenía un potente sabor especiado pero estaba bueno, quizás un pelín seco aunque creo que al prepararlo de esta forma, picado y después hecho al horno en brochetas finas, es casi inevitable. Acompaña muy bien con el naan, del que puedes cortar trozos y hacer pequeños "bocadillos" con la carne. La salsa agridulce que acompañaba -más dulce que ácida- preferí evitarla.
En definitiva platos clásicos de la gastronomía india hechos de una forma muy tradicional, hasta donde yo conozco. Puede ser un buen sitio para que los neófitos se inicien sin llevarse sobresaltos. En cuanto al servicio -y esto es algo que ya se que digo a menudo- se echa en falta que el camarero te diga algo, al menos el nombre, del plato que te está sirviendo, en lugar de dejarlo sobre la mesa sin más.
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Creo que en todos los restaurantes indios en los que he estado el aperitivo de cortesía ha sido un pappadum -torta muy fina y crujiente que puede hacerse con diferentes tipos de harina- y alguna salsas para acompañarlo.
Personalmente nunca le he visto ningún interés y esta vez tampoco ha sido una excepción, el papadum estaba bastante insípido -a veces le ponen comino y tiene un poco más de gracia- y las salsas, una de ella era dulzona -con mango probablemente- y la otra más aromática, con hierbabuena y especias que recordaban a algunas salsas para caracoles.
Como entrante pedimos unos Mejillones masala
con salsa de tomate especiada, que no estaban mal pero con un punto dulce innecesario y excesivamente acusado que a mi personalmente no me gusta.
Como platos pricipales, a la izquierda podéis ver el Pollo Jalfrezi y a la izquierda los pinchos de cordero marinado asados en el tandoori.
y como acompañamientos Arroz basmati y Naan -un pan plano muy típico de la India-.
El Jalfrezi suele ser un curry muy picante, así que pedimos que picara pero sin pasarse. Estaba sabroso, fuertemente especiado y picaba de forma razonable, la salsa se empujaba muy bien con el arroz basmati, que estaba muy bien de punto, del que por cierto nunca había visto unos granos tan largos. Recomendable.
El Cordero también tenía un potente sabor especiado pero estaba bueno, quizás un pelín seco aunque creo que al prepararlo de esta forma, picado y después hecho al horno en brochetas finas, es casi inevitable. Acompaña muy bien con el naan, del que puedes cortar trozos y hacer pequeños "bocadillos" con la carne. La salsa agridulce que acompañaba -más dulce que ácida- preferí evitarla.
En definitiva platos clásicos de la gastronomía india hechos de una forma muy tradicional, hasta donde yo conozco. Puede ser un buen sitio para que los neófitos se inicien sin llevarse sobresaltos. En cuanto al servicio -y esto es algo que ya se que digo a menudo- se echa en falta que el camarero te diga algo, al menos el nombre, del plato que te está sirviendo, en lugar de dejarlo sobre la mesa sin más.