Recientemente estuvimos cenando en este restaurante valenciano que nada más entrar destaca por una decoración y ambiente realmente atractivos. La combinación de metal, madera y espejos en una mezcla de diseño industrial con elementos vintage me pareció todo un acierto, si acaso dos detalles, la luz indirecta, en si un punto a favor, dejaba algunas zonas concretas con muchas sombras y sin la iluminación suficiente, por otra parte soy de la opinión de que la música en un restaurante sobra, llamadme purista pero para mi la comida, y una conversación sosegada si se come acompañado, no deberían estar perturbadas por elementos externos como la música, no digamos ya la televisión, conversaciones a grito pelado, etc. Para los que os gusta pasar calor en verano o tenéis el pernicioso hábito de fumar, disponen de una terraza espléndida aprovechando que da a una calle peatonal. Una vez repuesto de la sorpresa ante el hecho casi paranormal de que, según la camarera a la que le comuniqué la reserva, una persona que también había reservado y supuestamente con mi mismo nombre y apellido acababa de abandonar el restaurante, nos dispusimos a examinar la carta de comida y la no excesivamente extensa carta de vinos, para lo que uno esperaría de un restaurante con este nombre, pero con interesantes referencias para todos los bolsillos.
La cena comenzó con unas croquetas de boletus
Excelentes, crujientes por fuera y jugosas por dentro, con una buena proporción entre bechamel y boletus edulis. A continuación trajeron la tapa ganadora del V Certamen de la Tapa de Valencia, la Black Sepionet, mini hamburgesa de sepionet encebollado con alioli de lima y pan de tinta
Ya hemos comentado que las condiciones de luz eran un poco complicadas, esto dificultaba mucho realizar las fotos que son de una calidad inferior a la habitual pero para que os hagáis una idea creo que es suficiente.
Es una tapa que no te dice absolutamente nada, no es que este mala pero resulta bastante anodina, la sepia rebozada y frita, la cebolla pochada... en realidad ni siquiera el panecillo de tinta es especialmente original ya que es posible conmprarlos de diferentes colores y sabores. Totalmente incomprensible a mi modo de ver que ganase un concurso de tapas.
Seguimos con el tartar de atún con aguacate:
El tartar estaba bastante bueno, aliñado con discreción como debe hacerse siempre para no enmascarar el sabor del pescado. No obstante tenía un exceso leve de sal y contenía algún trocito en el que la veta era demasiado fibrosa, estas partes deben descartarse siempre para que la textura del atún sea homogénea y tierna. Aun así un muy buen plato.
En cuanto a platos salados acabamos con el Pulpo de pedrero braseado con mousse de patata al pimentón de la Vera
El pulpo estaba exquisito, el toque de plancha (por lo que resuelta impropio llamarle braseado) y el pimentón tostadito le dan sin duda un sabor especial. La textura también era óptima. En cuanto a la patata creo que resulta obvio que de mousse no tenía nada sino que más bien era una especie de puré muy aligerado que no aportaba practicamente nada al plato, sin duda alguna un aspecto muy mejorable.
En el terreno de los postres podemos comentar el Coulant de chocolate con helado (no me acuerdo ahora mismo de que era el helado)
bien de sabor pero claramente excedido el tiempo de horneado de forma que el interior estaba casi totalmente cuajado, sin chocolate líquido, con lo cual pierde toda la gracia y pasa a ser un simple bizcochito de chocolate.
En cuanto a la Tarta fina de manzana al horno con base de hojaldre y helado
se sirve recién sacada del horno y estaba muy buena, la masa fina y crujiente, un poco de crema y la manzana deliciosa, únicamente cabe decir que por arriba se tostó un poquito de más y había algún trozo de manzana casi "socarrat".
En resumen podríamos decir que es un sitio con grandes posibilidades en el que tanto el personal de cocina como el de sala, profesional y solícito, se esfuerzan porque todo funcione como es debido. Tiene cosas a mejorar pero el nivel medio de la cocina a juzgar por lo que he podido probar es bastante bueno en líneas generales. Tampoco es un sitio barato ni para comer grandes raciones, sois vosotros los que tenéis que decidir si se adecúa al perfil de restaurante que buscáis.
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La cena comenzó con unas croquetas de boletus
Excelentes, crujientes por fuera y jugosas por dentro, con una buena proporción entre bechamel y boletus edulis. A continuación trajeron la tapa ganadora del V Certamen de la Tapa de Valencia, la Black Sepionet, mini hamburgesa de sepionet encebollado con alioli de lima y pan de tinta
Ya hemos comentado que las condiciones de luz eran un poco complicadas, esto dificultaba mucho realizar las fotos que son de una calidad inferior a la habitual pero para que os hagáis una idea creo que es suficiente.
Es una tapa que no te dice absolutamente nada, no es que este mala pero resulta bastante anodina, la sepia rebozada y frita, la cebolla pochada... en realidad ni siquiera el panecillo de tinta es especialmente original ya que es posible conmprarlos de diferentes colores y sabores. Totalmente incomprensible a mi modo de ver que ganase un concurso de tapas.
Seguimos con el tartar de atún con aguacate:
El tartar estaba bastante bueno, aliñado con discreción como debe hacerse siempre para no enmascarar el sabor del pescado. No obstante tenía un exceso leve de sal y contenía algún trocito en el que la veta era demasiado fibrosa, estas partes deben descartarse siempre para que la textura del atún sea homogénea y tierna. Aun así un muy buen plato.
En cuanto a platos salados acabamos con el Pulpo de pedrero braseado con mousse de patata al pimentón de la Vera
El pulpo estaba exquisito, el toque de plancha (por lo que resuelta impropio llamarle braseado) y el pimentón tostadito le dan sin duda un sabor especial. La textura también era óptima. En cuanto a la patata creo que resulta obvio que de mousse no tenía nada sino que más bien era una especie de puré muy aligerado que no aportaba practicamente nada al plato, sin duda alguna un aspecto muy mejorable.
En el terreno de los postres podemos comentar el Coulant de chocolate con helado (no me acuerdo ahora mismo de que era el helado)
bien de sabor pero claramente excedido el tiempo de horneado de forma que el interior estaba casi totalmente cuajado, sin chocolate líquido, con lo cual pierde toda la gracia y pasa a ser un simple bizcochito de chocolate.
En cuanto a la Tarta fina de manzana al horno con base de hojaldre y helado
se sirve recién sacada del horno y estaba muy buena, la masa fina y crujiente, un poco de crema y la manzana deliciosa, únicamente cabe decir que por arriba se tostó un poquito de más y había algún trozo de manzana casi "socarrat".
En resumen podríamos decir que es un sitio con grandes posibilidades en el que tanto el personal de cocina como el de sala, profesional y solícito, se esfuerzan porque todo funcione como es debido. Tiene cosas a mejorar pero el nivel medio de la cocina a juzgar por lo que he podido probar es bastante bueno en líneas generales. Tampoco es un sitio barato ni para comer grandes raciones, sois vosotros los que tenéis que decidir si se adecúa al perfil de restaurante que buscáis.