Creo que habré comido tres o cuatro veces ancas de rana pero hasta ahora nunca había cocinado con ellas. Seguramente habrá personas que sientan cierta aprensión ante las perspectiva de comerse estos batracios, en cualquier caso es interesante apuntar que en muchas partes de España existe bastante tradición al respecto, su consumo es habitual y se pueden encontrar bastante recetas típicas. En mi opinión se trata de una carne de sabor delicado y muy agradable aunque algo tenue, por eso me parece muy indicado potenciar su sabor con especias, hierbas aromáticas, picante, etc, algo parecido a lo que pasa con los caracoles guisados. Yo las voy a preparar con una sencilla salsa picante y aromática que la verdad es que le va francamente bien. Las ancas de rana generalmente proceden de la acuicultura, se venden congeladas y ya listas para su preparación y su precio ronda los diez euros el kilo. Claro que también podéis iros a una charca y probar suerte a ver si cazáis algunas...
Ingredientes
- 1 kg de ancas de rana
- 1 pimiento verde
- 1 kg de tomates maduros
- 2 cebollas
- 3 dientes de ajo
- 2 hoja de laurel
- 3 guindillas cayenas
- Un vaso de vino blanco
- Un vaso de agua
- 1/2 cucharadita de pimentón
- 4 o 5 hojas de albahaca
- Unas hojas de perejil
- Pimienta negra
- Cebollino
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
Elaboración
Cortamos las ranas por la mitad, separando cada una de las ancas, las salpimentamos y las hacemos a la plancha. Yo he utilizado una plancha eléctrica por comodidad y rapidez ya que había diecinueve ranas, es decir, treintaiocho ancas, una cantidad nada despreciable. Si no las marcáis en una sartén por tandas, las reservamos.
Para hacer la salsa en una olla o cazuela grande pochamos la cebolla, el pimiento verde y el ajo, todo picado muy fino. Añadimos las hojas de laurel, las guindillas y el pimentón, tostamos ligeramente el pimentón y añadimos el vino blanco, reducimos a seco y añadimos los tomates rallados, las hojas de albahaca y el perejil picado. Cocinamos la salsa de tomate a fuego medio bajo hasta que el agua del tomate se haya evaporado casi totalmente. Añadimos un vaso de agua a la salsa, la trituramos (retirando antes las hojas de laurel), la colamos y la seguimos cocinando durante unos cinco minutos más. Ahora es el momento de poner en la cazuela las ancas de rana y seguir cocinando durante siete u ocho minutos para que los sabores se integren bien.
Servimos las ancas con su salsa en un plato hondo y decoramos con un poco de cebollino picado.
Es un plato para comerlo con las manos, no os olvidéis de tener algunas servilletas cerca y pan para mojar en la salsa. La carne queda muy tierna y es un plato ligero porque las ranas no tienen practicamente nada de grasa, como están siempre saltando son puro músculo.
Platazo! Solo comentarte que además de producto congelado de origen oriental puedes disponer de producto europeo en nuestra tienda Singular. Conoce más en www.ancasderana.com
ResponderEliminarInteresante tienda, me ha sorprendido el ¡paté de ranas!
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