He andado algo justo de tiempo últimamente y debido a ello aun no había escrito nada sobre la escapada que realice a Sevilla hace algunas semanas, un viaje corto pero bien aprovechado, también a nivel gastronómico. La gastronomía sevillana es muy variada y se puede comer muy bien a precios muy competitivos, especialmente si nos alejamos de la zona ultraturística alrededor de la Catedral, donde abundan los locales que castigan al extranjero desorientado con una espantosa cocina producida de forma industrial, alguien debería decirles cuando vienen a España que huyan de los restaurantes donde hay carteles con fotos de los platos, sólo con eso se ahorrarían muchos disgustos. Yo he buscado tabernas de toda la vida -literalmente, ya que muchas tienen más de un siglo de vida- para probar los platos tradicionales, ya sea en forma de tapa, ración o media ración, y todas las experiencias han sido positivas. Al contrario que en otras ciudades andaluzas como por ejemplo Granada, en Sevilla la tapa no va incluida en el precio de la bebida sino que se pide aparte, a lo sumo te ponen unas aceitunas, que por cierto, a pesar de que no soy un gran devoto de este producto, hay que reconocer la gran calidad de la aceitunas sevillanas, siempre aliñadas con profusión de hierbas y especias. El recetario tradicional como decíamos es muy amplio, aunque hay algunos platos icónicos como el rabo de toro guisado -allí lo llaman cola de toro-, el jamón, los huevos a la flamenca, el gazpacho y el salmorejo, el pescaíto frito, la tortillitas de camarones, las papas aliñás, las espinacas con garbanzos, los caracoles, los soldaditos de Pavía, etc..muchos de ellos son típicos en toda Andalucía mientras que otros son mas específicos de la capital hispalense, lo que es seguro es que no os aburriréis y encontraréis cosas diferentes para probar en cualquier sitio que vayáis. El ambiente en las calles, en los bares, en las terrazas, es siempre extraordinario, para los sevillanos el tapeo no es solo una seña de identidad sino un estilo de vida, ya que no se trata sólo de comer y beber, sino de vida social, de compartir, de disfrutar, de orgullo legitimo por la tradición y las raíces.
Por si todavía no he conseguido que sintáis un deseo irrefrenable de ir a visitar Sevilla, os voy a relatar un poco como fue mi experiencia y que es lo que pude comer, y vamos a comenzar con mi alimento preferido que es el pescado y el marisco. Aunque no es el método de preparación que mas me gusta, si vamos a Sevilla alguna fritura hay que probar, en este caso fueron unas tortillitas de camarones y unas huevas de merluza
Las tortillitas de camarones estaban buenas pero hay que reconocer que no es un producto demasiado ligero
hay que tener en cuenta que la medida de la ración y la media ración puede variar bastante de un sitio a otro por lo que se puede dar el caso de que pidáis de más, como fue este caso ya que en la media ración entraron seis.
Las huevas de merluza no me convencieron.
Nunca las había probado y tenía curiosidad, pero la verdad es que fritas quedan un tanto secas y con una textura demasiado compacta, quiero probarlas aliñás que creo que es la forma más típica de comerlas para ver como quedan.
No podíamos desaprovechar que estamos en plena temporada del Atún de almadraba, así que lo hemos probado de diferentes maneras, como esta ventresca a la plancha ligeramente aliñada y con un poco de salmorejo suave.
o este lomo de atún con verduritas y salsa de frutos rojos.
En ambos casos disfruté como un enano y es que soy un enamorado de este tesoro marino por desgracia cada vez mas escaso.
Hay una enorme cantidad de tapas a base de marisco, me hubiese gustado probar muchas más, pero las que comí estaban todas buenas, tapas sencillas basadas en el buen producto, como estas gambitas al ajillo
Gambas muy frescas, ajo, guindilla, aceite de oliva y sal, es increíble que con solo esto se pueda conseguir algo tan sublime, te puedes volver absolutamente loco mojando el aceite con un buen pan.
La gamba blanca de Huelva cocida es otro de esos grandes bocados que no necesita nada más
excepto una cerveza bien fría o una copita de manzanilla -sobre esto hablaremos más adelante- mientras que los berberechos al vapor apenas piden unas gotas de limón -si me apuras un pizca de pimienta aunque sobre esto hay opiniones-.
Aunque asociamos el pulpo con Galicia, como sabéis se prepara -afortunadamente- en toda España.
Este en concreto no tiene nada que envidiar a los mejores que he comido en Galicia, de los que ya sabéis que solo una pequeña parte son gallegos pero esa es otra historia.
Si entramos en el terreno carnívoro tenemos necesariamente que hablar de su majestad el jamón ibérico, aquí podéis ver una tapa recién cortada en una bodega 5J's
que estaba muy bueno pero que se veía superada por éste otro Jabugo de bellota
como se puede ver con una mayor infiltración de grasa, una auténtica pasada.
El otro gran estandarte es el rabo de toro, que tiene una presencia casi ubicua, lo que hace pensar que no hay tanto toro en España para tanto rabo, o lo que es lo mismo, que hay también mucho rabo de vaca, que también está muy bueno pero no es lo mismo.
Me encanta lo gelatinosa y sabrosa que esta carne, nunca me cansaría de pedirla. También hubo tiempo de disfrutar de este tiernísimo solomillo de vaca
carne de gran calidad con un perfecto punto se asado.
En lo que se refiere a platos sin proteína animal, merecen un lugar destacadísimo estas Espinacas con garbanzos que me sorprendieron mucho
ya que el majado de pan, ajo, comino, pimentón y vinagre les dan un gran sabor y personalidad. No tardaremos mucho en hacer esta receta y compartirla en el blog.
Si lo que queréis es una tapita ligera para acompañar unas cervezas, no se me ocurre nada mejor que unos caracoles.
están se sirven con el caldo de cocción, ligeramente picante, en el que se aprecia el rastro de la hierbabuena y varias especias. Están buenos, pero me gustan más los caracoles guisados con el tradicional sofrito de cebolla, pimiento verde, a veces tomate, etc, además de por supuesto hierbas y especias.
Y si pensamos en una tapa universal en toda la geografía española, además de las patatas bravas, esta sin duda sería la ensaladilla.
esta tenía la particularidad de que el punto ácido se lo daban las verduritas escabechadas que iban encima de la ensaladilla propiamente dicha, por lo que debía comerse todo junto, me gustó bastante.
En lo que se refiere a las bebidas, y a pesar de que este tipo de cocina y las altas temperaturas se prestán mucho a la cerveza, tenemos el inconveniente de que Cruzcampo ejerce un dominio aplastante, con algunas excepciones es la cerveza que os ofrecerán en todas partes, a veces sin alternativas. Me parece una cerveza bastante floja por lo que acabe decantandome por la manzanilla, por si alguien no lo sabe es un vino blanco seco con un sabor peculiar y bastante potente que se elabora en Sanlucar de Barrameda, provincia de Cádiz, y que a mi personalmente me encanta.
Esto es sólo una pequeña muestra de lo que podréis encontrar si os dais una vuelta por la ciudad del Guadalquivir, ahora os a toca a vosotros vivirlo y contárnoslo.