La temporada de espárragos blancos es corta e incluso en temporada a veces es difícil encontrarlos a no ser que visitéis un mercado, algo que por otra parte os aconsejo encarecidamente. La verdad es que simplemente cocidos con un poco de aceite de oliva y pimienta están buenísimos pero aprovechando que ya hace bastante calor he decidido hacer esta sopa fría que viene a ser un salmorejo pero con una textura menos densa. Y como por otra parte tenia unas vieiras y los espárragos combinan muy bien, en mi opinión, con la mayoría de los bivalvos, pues he decidido incorporarlos a la sopa. He de decir que me ha gustado mucho el resultado, y además es un plato que os llevará poco tiempo de elaboración.
Ingredientes
- Un manojo de espárragos blancos
- Dos rebanadas de pan blanco
- 1/2 diente de ajo
- Aceite de oliva
- Vinagre de jerez
- Sal
- Pimienta negra
- 3 vieiras
- 4 o 5 lonchitas de jamón de pato (o jamón de cerdo)
Elaboración
Pelamos los espárragos y los hervimos en agua hasta que estén tiernos, dependerá del grosor pero en unos diez minutos poco más o menos deberían estar listos. Cortamos las puntas o yemas de los espárragos y trituramos los tallos junto con el pan, el ajo, el aceite, el vinagre y la sal. Vamos añadiendo el caldo de cocción de los espárragos hasta obtener la textura deseada, lo metemos en la nevera y dejamos que se enfríe. Una vez que esté bien frío salpimentamos las vieiras, las doramos en una sartén con un poco de aceite y las dejemos que se atemperen.
Servimos la sopa en un plato hondo o cuenco y añadimos las yemas de los espárragos, las vieiras soasadas, un poco de jamón picado y un hilo de aceite de oliva.
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