Valencia Beer Week

Recientemente ha tenido lugar, en el cauce del río Turia y compartiendo espacio con la  feria de vinos y alimentos de la Comunidad Valenciana, la primera edición de la Valencia Beer Week, a la que por supuesto celebrándose en Valencia no se le podía llamar Semana de la Cerveza de Valencia (en realidad cinco días), habría sido una vulgaridad...en los aspectos organizativos de índole práctico, no puede decirse que haya sido especialmente brillante,  se han repetido una vez más los problemas habituales en este tipo de eventos, la necesidad de adquirir tickets para pagar las consumiciones crea colas kilométricas en momentos de gran afluencia, en este caso además, el sistema era un tanto confuso ya que había que comprar inicialmente un bono por valor de diez euros con el que te entregaban cuatro tickets de comida, cuatro de bebida, una copa de cristal, una pequeña cazuelita de barro y una pulsera acreditativa, después se podían efectuar "recargas" de cinco euros, además de existir la posibilidad de comprar camisetas, etc, ya os podéis imaginar que si hay una larga cola de gente esperando y a cada uno le tienes que explicar todo esto, la espera se puede eternizar. Para aumentar la confusión en algunos puestos había que pagar con tickets, en otros con dinero, al menos ciertas cosas. Y para generar todavía más molestias entre el sufrido público el número de urinarios portátiles para un evento al aire libre con tal volumen de gente y en el que se va a beber cerveza y vino era tan absurdamente escaso que también se generaban colas para obtener el necesario alivio fisiológico. En fin, nada que no hayamos visto ya pero resulta bastante difícil de entender que no se prevean circunstancias tan obvias como éstas y se les de una mejor solución.
En lo alimentario y teniendo en cuenta que se se supone que es una muestra también de alimentos las posibilidades eran reducidísimas ya que no había más que productos porcinos, queso y algún arroz realmente lamentable, creo que en la Comunidad Valenciana tenemos muchos más productos...es más, afirmo que tenemos muchísimos más productos representativos que se adaptarían perfectamente a éste formato.
A pesar de todo lo dicho hasta ahora la posibilidad de disponer en un espacio único de una buena muestra de las cervezas artesanales valencianas mereció la pena, después de un intento fallido un Viernes por la tarde volví un Domingo a mediodía cuando la cosa estaba más tranquila y pude cumplir con mi objetivo sin problemas. Aquí podéis ver algunas fotos de los puestos de cervezas, alguno de ellos abriendo en ese momento.














Aunque veáis poca gente en estas fotos que tomé al mismo llegar, el espacio se llenó en poco tiempo. La lista de productores artesanales la componían La Socarrada, IsanBeer, Birrra & Blues, Tyris, Antiga Cerveza Artesana, Badum, Génesis, Cervezas Abadía, Valentium, Altura de Vuelo, Tercer Tiempo y Cervezas Alegría. Como suele decirse no están todos los que son pero son todos los que están. Sin duda lo mejor era tomar medias copas para poder probar unas cuantas cervezas diferentes evitando la "fatiga alcohólica". No voy a hacer ni mucho menos una nota de cata de las cervezas que pude probar, simplemente las comentaré un poco por encima. La primera que probé fue una Badum con alcachofa, elaborada en Peñíscola.




Cerveza tostada, con la presencia detectable de la alcachofa y una espuma persistente, ya la había probado en una ocasión, también en una feria. Seguimos con una Isanbeer, también tostada y elaborada en Castellón,




más aromática y afrutada que la anterior, con un sabor muy redondo.

Galana, que se dió a conocer sobretodo por su cerveza de albaricoque, ofrece ahora diversas referencias, entre ellas esta cerveza de trigo




turbia, espesa y refrescante, probablemente el fortísimo queso de oveja no fuese el mejor acompañamiento para captar todas sus propiedades.

Ophidium es, según sus productores, la primera cerveza "australiana", o de estilo australiano sería mejor decir, que se elabora en España, en Náquera para ser más exactos
 



Una cerveza con un amargor bastante pronunciado, que recuerda a una porter, pero que resulta agradable y le da una personalidad bastante diferencial a esta curiosa cerveza.

Y curiosamente la siguiente cerveza a probar fue una porter de Cervezas Alegría, no recuerdo ahora mismo el nombre



con lo cual tuve justo la sensación opuesta, una cerveza muy afrutada y aromática, con un amargor inferior al que se suele asociar a una porter pero con toda la cremosidad que encontramos en estas cervezas, fue la que mas me gustó de todas.

Acabamos con una cerveza tostada pinchada por Tercer Tiempo




que me pareció poco equilibrada, con un potente sabor alcohólico y un predominio muy acusado del lúpulo, la que menos me gustó.

Podemos decir que el crecimiento del sector de la cerveza artesanal en la Comunidad Valenciana ha sido espectacular en apenas diez años, que goza de buena salud y que seguro que irá a más. Como ya hemos dicho otras veces la cerveza ha dejado claramente de ser una bebida de segunda fila frente al vino y destinada a paladares poco exigentes, todo lo contrario, no sólo se produce más y mejor cerveza sino que se está haciendo cada vez más énfasis, y con toda justicia, en que la cerveza adecuada puede ser un magnífico maridaje para casi cualquier plato.






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