Ingredientes
- 1 kg de mejillones
- 1 diente de ajo crudo
- Comino en grano
- Vinagre de jerez
- 2 o 3 tomates maduros
- Aceite de oliva virgen extra
- Pimentón de la vera
Elaboración
Lo ideal es hacer los mejillones en una vaporera con un chorrito de vino blanco o agua. Si no tenéis podéis utilizar una cacerola normal y corriente. Un truco es darles un corte en cruz a los tomates en su base y colocarlos dentro de la vaporera junto a los mejillones. De esta forma la piel se ablandará y se pelarán muy fácilmente. Serviremos los mejillones en una cazuela de barro o similar
La salsa podemos hacerla en un mortero o con una batidora o picadora. Si la hacemos en mortero majamos muy bien el diente de ajo junto a los cominos y el pimentón. Incorporamos los tomates pelados y seguimos trabajando la mezcla con el mortero. Cuando esté todo perfectamente majado y tenga una textura homogenea añadimos un chorrito de vinagre y un poco del líquido de cocción de los mejillones. Finalmente añadimos un chorrito de aceite de oliva y lo emulsionamos bien. Probamos de sal y rectificamos si fuese necesario, es posible que no haya que añadir debido a que el jugo de los mejillones ya es es bastante salado. Es importante que la salsa quede con una textura ligera pero bien ligada. Servimos la salsa aparte en un bol
y con una cuchara le vamos poniendo la salsa a los mejillones conforme nos los vayamos comiendo
Como veis, una receta sin complicaciones para disfrutar de los mejillones junto a una buena cerveza
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