Para preparar esta popular receta peruana se suele emplear papa amarilla, en su defecto podemos usar patata blanca o gallega. Lo que si es imprescindible es el ají amarillo, puede resultar complicado encontrarlo fresco pero podemos usar pasta de ají amarillo envasada que en este caso nos va a dar un resultado perfecto. La causa admite diversos rellenos, siendo el pollo y el atún dos de los más habituales, yo he querido probar a rellenarla con mejillones (en Perú choros) para hacer una variante divertida de este sabroso y contundente plato. El resto de los ingredientes creo que son más o menos ortodoxos aunque por supuesto hay muchísimas variantes como suele suceder con las recetas tradicionales.
Ingredientes
- 5 patatas blancas
- 1 kg de mejillones
- Pasta de ají amarillo
- 2 huevos
- 1 aguacate
- 1 cebolla roja
- 4 limas
- Pimienta negra
- Cilantro
- Aceite de oliva virgen extra
- Aceite de oliva suave o aceite de girasol
- Aceitunas negras
Elaboración
En un olla ponemos las patatas, sin pelar, a hervir en abundante agua sin sal y en otra olla con tapa cocinamos los mejillones al vapor. El cocer las patatas con la piel ayuda a que absorban menos agua y a que preserven mejor el sabor. Cuando los mejillones se abran retiramos de sus valvas y los ponemos en un cuenco con un poco de jugo de lima. Picamos la cebolla fina y ponemos en otro cuenco con un poco de sal y más jugo de lima. Hacemos una mayonesa espesa con el aceite suave, un huevo, una pizca de sal y un poco de lima. Ahora tenemos que escurrir bien tanto los mejillones como la cebolla para que al mezclar con la mayonesa ésta no pierda densidad y el relleno quede compacto, lo podemos hacer con un paño de cocina limpio. Picamos los mejillones, los mezclamos con la cebolla, la mayonesa, un poco de cilantro picado y una cucharadita de pasta de aji y ya tenemos el relleno listo.
Cuando las patatas estén blandas las retiramos del fuego y las pelamos. La textura de la patata es un aspecto crucial en la causa por lo que no se os ocurra usar una batidora o picadora, para mi lo ideal es un pasapurés, es lo que nos da la textura idónea. Una vez que hayamos pasado la patata por el pasapurés añadimos aproximadamente dos cucharadas soperas de pasta de ají, un poco de pimienta negra recien molida, un chorrito de aceite de oliva virgen y sal al gusto. Ahora procedemos a amasar la patata con las manos, por supuesto bien limpias, hasta que todos los ingredientes se integren perfectamente, tras lo cual añadimos jugo de lima hasta que quede con un toque ácido leve pero claramente perceptible.
Ya lo tenemos todo listo para montar el plato, con un aro de emplatar, que podemos pintar con aceite por la cara interior para facilitar el desmoldado, ponemos una base de patata, aplastamos un poco y ponemos una capa de tiras finas de aguacate (palta), ponemos otra capa fina de patata y sobre esta el relleno, una capa más de patata y finalmente una capa de mayonesa. Podemos decorar con aceitunas negras, huevo duro rallado, un poco de aguacate y cilantro picado. También podríamos haber reservado un mejillón entero para la decoración pero lo pensé tarde, un poco de pimiento rojo picado muy fino, lo que os apetezca.
Ya solo queda degustar este rica causa, la textura suave, casi de mantequilla blanda de la papa amasada, la bravura del picante ají, el crujiente de la cebolla, la untuosidad de la mayonesa y la palta, la acidez de la lima, el frescor del cilantro, el sabor marino de los mejillones, lo tiene practicamente todo para estimular las papilas gustativas. Un claro ejemplo de como con ingredientes humildes se pueden conseguir grandes cosas.
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