En la cena del pasado Sábado 27 de Febrero y sobre la cual todavía no había podido escribir se dieron varios hechos interesantes de forma simultánea, la celebración de los cien primeros artículos de éste blog, la segunda edición de "The Big Six Challenge" y nuestra primera incursión en Julio Verne. A esto se podría sumar el primer concurso de recetas del blog cuya receta ganadora reproduciremos próximamente. Como anédcota decir que he leído en Facebook comentarios hechos por Ken Wagener, gerente de bodegas Sebirán, cuyos vinos pudimos degustar, sobre la cena de esa misma noche, lo cual no me sorprendió ya que lo reconocí cenando en una mesa adyacente. Nos decantamos como era de esperar por el menú propuesto para "el desafío" por Juan Exojo, que vamos a comentar a continuación. Creo que para ser justos en nuestra valoración hay que tener en cuenta que diseñar un menú con cinco tapas, o cuatro tapas y postre, más dos copas de vino por 19,90 euros implica no sólo ajustar mucho los margenes sino ciertas limitaciones a la hora de escoger los productos. Dicho de otro modo, al igual que el año pasado en Ginebre, cenamos bien pero no al mismo nivel que cuando el cocinero tiene un poco más de libertad.
Como aperitivo de la casa probamos unas agradables croquetitas de pollo con un poquito de guacamole
Como primera tapa probamos el Buñuelo de bacalao "Jack the ripper", nombre divertido para lo que sería una especie de buñuelo de bacalao deconstruido o destripado y que en realidad es una brandada de bacalao con una tortillita de camarones
La brandada tenía un sabor estupendo, hubo quien opinó que era quizás demasiado compacta, yo no estoy seguro. En lo que si hubo unanimidad es que la tortillita estaba buena pero no crujiente, no se rompía con facilidad. Una buena tapa en cuanto a sabor en la que las texturas son mejorables.
Seguimos con el Taco crujiente de pato laqueado
Soy muy taquero y éste me pareció excelente, el pato estaba muy bien acompañado con verduritas, salsa hoisin, maíz, guacamole, hilos de chile chipotle. El pato tenía más el aspecto y el sabor ajamonado del pato confitado aunque en la carta decía laqueado. Un bocado muy apetitoso del que disfrutamos todos.
Sobre el Brioche al vapor con berenjena a la llama y carpaccio de picanha aliñada
hubo cierto consenso en que el pan bao estaba muy esponjoso y bueno, al igual que la corona de picanha y queso y que el relleno de berenjena, a pesar del toque ahumado que da el aplicar el fuego directo sobre la piel, resultaba un tanto insuficiente en cuanto a sabor. Reconozco que era la primera vez que comía, al menos con este nombre y preparado de esta forma, éste corte de la ternera.
El Salteado de alcachofas, setas, acelgas y crema de jamón ibérico
me pareció muy bueno en cuanto al sabor y punto de las verduras, quizás eché en falta un poco más de sabor a jamón en la crema, aunque puede objetarse que podría haber opacado el sabor de las verduras, es opinable.
Para completar un poco el menú y para que los más hambrientos no se quedasen un poco a medias pedimos un guisito de garbanzos con bacalao y katshuobushi
Siempre queda vistoso servir el katshuobushi por encima ya que las finísimas virutas de bonito bailan a causa del aire caliente que asciende de la comida. El toque de sabor umami que aportan al guiso es muy interesante y creo que lo voy a copiar la próxima vez que lo haga. El conjunto estaba muy bueno aunque es irrefutable que a los garbanzos les faltaba cocción, estaban demasiado al dente. No se si era algo intencionado pero así como las verduras me gustan casi crocantes las legumbres pienso que tienen que estar bien cocidas, casi mantecosas.
En cuanto a los postres estaba el oficial del menú, Coco, plátano, cereza, limón y aguacate. Yo lo pedí sin plátano porque no me llevo bien con esta fruta.
Buenos sabores bien combinados, destacando el helado de aguacate por lo inususal y por su magnifico sabor y siendo el aire de cereza lo que menos aportaba al conjunto en mi opinión. Un postre interesante.
Ante las alergias también hubo quien optó por éste otro postre
Para ser sinceros no recuerdo demasiado bien lo que llevaba, lo del medio es una especie de compota de manzana y luego lleva helado, no se si era de leche merengada, algo de galleta, coulís de frutos rojos, algo así...estaba realmente bueno, un postre destacable.
De lo que no queda duda es de la creatividad y el deseo de innovar constantemente de éste cocinero. Quien se arriesga a hacer cosas distintas te da pie a probar y experimentar también como comensal y de esta forma crecer como cocinero, ésto es muy de agradecer. Dentro de éste juego algunas propuestas nos parecerán más acertadas que otras, esto ha de ser así para quien tenga cierto sentido crítico. Volveremos para probar el menú degustación de la casa que seguro nos deparará interesantes sorpresas.
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