Ingredientes
- 1 kg de calamares
- 1/2 kg de arroz basmati
- 2 kg de tomates maduros
- 2 cebollas
- 6 dientes de ajo
- 2 guindillas
- 2 hoja de laurel
- 1 vaso de vino blanco
- 1 vaso de brandy
- Perejil
- Estragón
- Cebollino
- Aceite de oliva virgen extra
- Pimienta negra
- Sal
Elaboración
La mise en place consiste básicamente en limpiar y cortar en trozos medianos los calamares y en escaldar, pelar y trocear en dados los tomates. Una vez hecho esto en una cazuela sofreímos la cebolla picada no demasiado fina y la mitad de los ajos, añadimos los calamares y cuando tomen color vertemos el vino blanco y el brandy y flambeamos. Añadimos el tomate, las guindillas, perejil picado, un poco de estragón (yo lo puse seco pues no disponía de estragón fresco) y una hoja de laurel. Hay que mantenerlo a fuego moderado hasta que mengue el agua de vegetación del tomate pero sin que la salsa reduzca totalmente. Mientras tanto cocemos el arroz basmati en agua con sal con la otra hoja de laurel y la otra mitad de los ajos sin pelar. Servimos los calamares acompañados del arroz y espolvoreamos con un poco de cebollino. Si tenéis en vuestra mesa niños o capsaicinófobos podéis poner un poco de cayena molida para que nadie se coma involuntariamente una guindilla entera y se acuerde de vuestros parientes cercanos. En mi caso una niña pequeña empezó a llorar de repente en mitad de la comida por la ingesta accidental de una de las guindillas...
también podéis prescindir de ellas pero esta receta pierde bastante garrote sin el puntito picante.
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