Calamares en salsa americana

En mis tiempos de estudiante, poco antes de que me empezase a entrar de manera definitiva el gusanillo de la cocina, de vez en cuando me comía una lata de calamares a la americana. Hoy en día me parecen un horror estas latas, no así la receta, que he ido puliendo hasta la que actualmente considero óptima desde mi punto de vista. La salsa es algo distinta de la salsa americana que se suele emplear para acompañar otros pescados, no utilizamos crustáceos en su elaboración, ni zanahoria, ni puerro, etc, la sapidez de los calamares casa mejor en mi opinión con una salsa más sencilla.






Ingredientes


  • 1 kg de calamares
  • 1/2 kg de arroz basmati
  • 2 kg de tomates maduros
  • 2 cebollas
  • 6 dientes de ajo
  • 2 guindillas 
  • 2 hoja de laurel
  • 1 vaso de vino blanco
  • 1 vaso de brandy
  • Perejil
  • Estragón
  • Cebollino
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Pimienta negra
  • Sal


Elaboración

La mise en place consiste básicamente en limpiar y cortar en trozos medianos los calamares y en escaldar, pelar y trocear en dados los tomates. Una vez hecho esto en una cazuela sofreímos la cebolla picada no demasiado fina y la mitad de los ajos, añadimos los calamares y cuando tomen color vertemos el vino blanco y el brandy y flambeamos. Añadimos el tomate, las guindillas, perejil picado, un poco de estragón (yo lo puse seco pues no disponía de estragón fresco) y una hoja de laurel. Hay que mantenerlo a fuego moderado hasta que mengue el agua de vegetación del tomate pero sin que la salsa reduzca totalmente. Mientras tanto cocemos el arroz basmati en agua con sal con la otra hoja de laurel y la otra mitad de los ajos sin pelar. Servimos los calamares acompañados del arroz y espolvoreamos con un poco de cebollino. Si tenéis en vuestra mesa niños o capsaicinófobos podéis poner un poco de cayena molida para que nadie se coma involuntariamente una guindilla entera y se acuerde de vuestros parientes cercanos. En mi caso una niña pequeña empezó a llorar de repente en mitad de la comida por la ingesta accidental de una de las guindillas...
también podéis prescindir de ellas pero esta receta pierde bastante garrote sin el puntito picante.

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