Se trata de un mesón que viene dando de comer a los valencianos nada más y nada menos que desde 1940. Visitar el restaurante Montes ha sido para mi una experiencia bastante curiosa ya que durante varios años y hace ya mucho tiempo, en mi epoca de estudiante, viví en esa misma plaza. En aquellos tiempos, sin embargo, mis recursos económicos eran muy escasos y no daban más que para algun sencillo bar de tapas muy ocasionalmente por lo que nunca llegé a comer en Montes. Ofrecen un menú del día y un menú Montes por veintitres euros, que fue el que escogimos y que incluye dos entrantes para compartir, un segundo plato, un postre, pan y una bebida.
Antes de que llegase ningún plato a la mesa ya hubo dos sorpresas negativas, la primera que habiendo pedido tanto agua como cerveza nos ponen sólo un vaso por comensal, tras hacerlo notar nos ponen para la cerveza un vaso idéntico al del agua y totalmente inapropiado, tras pedir copas de cerveza nos contestan que no tienen...la segunda la mala calidad del pan, era francamente malo y no era tierno, estaba ya algo duro y reseco.
Los entrantes fueron en primer lugar un pastel de pescado con merluza y gambas
El pastel estaba bueno, templado probablemente por un pequeño golpe de microondas, innecesario porque se puede servir a temperatura ambiente, la salsita de tomate acompañaba muy bien. Este tipo de pasteles de pescado se suelen servir con tostadas finas, teniendo en cuenta la mala calidad del pan habría sido un doble acierto.
El otro entrante fueron unos chipirones salteados con ajos tiernos y habitas
Los calamares estaban tiernos y sabrosos, muy apetitosos, entiendo menos acompañarlo con habitas que han de ser necesariamente congeladas en éste momento del año y por supuesto se notaba bastante.
Tras una espera muy pero que muy larga llegaron los platos principales, comencemos por el Confit de pato con salsa de arándanos
La salsa estaba muy buena, con los frutos rojos bien dosificados de forma que el jugo de carne y el vino también le dan mucha personalidad. Aunque no soy un gran fan del pato, generalmente prefiero los muslos o alas confitadas al magret.
Y llegamos al Bacalao a la riojana
El bacalao estaba rebozado, su interior estaba tierno y jugoso, perfecto de punto, también perfecto el punto de desalado. La salsa, una especie de pisto con tomate y verduritas finamente picadas también impecable, un plato muy bien conseguido.
En el terreno de los postres, poco que decir del pastel de zanahoria, platano y coco
Mi total rechazo por el platano hace que mi opinión no tenga ninguna validez, obviamente éste no lo pedí yo.
En cuanto a la Torrija con salsa de vainilla
Encontré la torrija bastante insípida, sobretodo la masa del pan, como si no se hubiese remojado bien, la salsa de vainilla anodina.
Como ya he mencionado de pasada la espera entre platos fue demasiado larga, la comida se hizo muy pesada. Unido a la ausencia de vajilla adecuada y a la mala calidad del pan nos permite resumir que es un sitio con una comida tradicional bastante buena pero con un servicio deficiente, lo que hace que la experiencia gastronómica no acabe de ser satisfactoria. Sorprende sobretodo detalles tan de bulto como el tema de las copas de cerveza y el pan, tan fáciles de solucionar a priori con una baja inversión. La agilidad en el servicio hay que mejorarla poniendo más foco en el trato al cliente.
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