Dejo constancia de mi opinión sobre el artículo:
http://www.evaballarin.com/esos-bloggers-y-criticos-si-esos/
El enésimo ataque a esos estúpidos blogueros que escribimos sobre
restaurantes, algo que empieza a convertirse en una moda, metiéndonos a
todos en el mismo saco y retratándonos como fantoches interesados,
diletantes, megalómanos y gorrones. En este escrito se hace uso de una
soberbia y una prepotencia, rezuma tal odio que supera a casi cualquier
crítica de las que tanto indignan a su autora. Me hace gracia lo que
dice de "Dan la espalda, en un triste gesto de mediocridad, a los que
no se ajustan a su presupuesto". ¿Qué pasa? ¿Si no me puedo gastar 100 o
200 euros en un restaurante entonces soy un mediocre y no debería
hablar de ninguno? Normalmente las generalizaciones y juicios absolutos
revelan desconocimiento o sectarismo, justo lo que tanto le sulfura a
esta señora, yo cuando leo algo que me desagrada o indigna lo valoro y
si procede comento en su contexto. Y por cierto, ¿acaso todos los
restaurantes son maravillosos y tienen un servicio impecable? Pues no,
hay de todo, como cocineros, camareros, proveedores, comensales,
críticos, blogueros...pretender promocionar y defender a los
restaurantes intentando acallar y desacreditar cualquier voz crítica se
llama lisa y llanamente censura y es propio de países en los que tal vez
le gustaría vivir cuando tiene éste concepto del nuestro: "España es un
país de hipócritas y envidiosos. De resabiados de poca monta y golosos
de azúcar refinado. España en todos sus rincones tiene un tonto que se
cree un iluminado, un tuerto que se cree rey. Tortugas que se creen
ninjas y patanes que van de señores". Una cosa es el chauvinismo y otra
revolcarse en el fango de nuestras hipotéticas miserias, ese regodeo
derrotista no nos ayuda en nada...lo más curioso es lo terriblemente
paradójico que resulta el artículo, que le da una dimensión dramática al
hecho de verter unas opiniones que por otra parte se dice que "a nadie
importan", se critica a los "Intolerantes" cuando se hace gala de una
intolerancia extrema...
No puedo discrepar más de cada de unos de
los puntos expuestos pero a diferencia de su autora yo si quiero que
tenga la posibilidad de expresarse sin que nadie, yo desde luego no lo
haré, le falte al respeto.
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