En esta ocasión vamos a hacer una sencilla ensalada templada con caballa, cebolla y pimiento rojo, cocinado todo ello en el horno
Ingredientes
- 1 caballa mediana o dos pequeñas
- 2 pimientos rojos
- 3 o 4 cebollas medianas
- Mostaza de Dijon
- 1 lima
- Vinagre de Modena
- Aceite de oliva virgen extra
- Pimienta negra recién molida
- Perejil fresco picado
- Sal
Elaboración
En una fuente para horno colocamos los pimientos y las cebollas enteras, sin pelar. Rociamos con un chorrito de aceite y las metemos al horno que habremos precalentado a unos 200 º. Asamos los pimientos hasta que la piel esté un poco negra y las cebollas hasta que estén tiernas, éstas ultimas necesitarán más tiempo. Una vez que las verduras estén escalibadas, mientras se templan para que las podamos pelar salpimentamos las caballas y las asamos enteras. Dependerá del tamaño de las caballas pero con unos 15 minutos a 180 º debería ser suficiente, es muy importante que queden jugosas. Una vez que todo esté asado y a una temperatura que nos permita trabajar sin quemarnos pelamos las cebollas y los pimientos, sacamos los lomos a las caballas y les quitamos las espinas que puedan tener. Al estar la caballa asada el desespinado resulta muy sencillo, además al haberlas cocinado enteras conservan todo su sabor.
Para hacer la vinagreta en un cuenco colocamos el jugo de media lima, un poco de vinagre de Modena, una cucharada de mostaza de Dijon (podéis poner mostaza a la antigua si os apetece), un poco de sal, pimienta negra recién molida y un poco del agua que han soltado los pimientos al asarse. Vamos añadiendo aceite de oliva y batiendo con unas varillas para que quede un poco emulsionada.
Para servir cortamos las cebollas por la mitad o en cuartos, según el tamaño, separamos las capas y la colocamos en el fondo del plato, encima el pimiento en tiras y finalmente la caballa cortada en trozos, no es necesario que sean trozos regulares, la podéis cortar con la mano si queréis. Aliñamos con la vinagreta sin pasarnos y espolvoreamos con el perejil picado. Servimos el resto de la vinagreta en una salsera por si alguien desea ponerse más.
Sencillo, sabroso y saludable, ésta vez no hay excusa.
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