La Coqueta

Me despertaba la curiosidad haber leído recomendaciones de éste restaurante, en apariencia modesto, firmadas por dos cocineros con mucho criterio como Alejandro Platero y Steve Anderson asi que aproveché el pasado Sábado para acercarme y probar su menú de medio día. La experiencia ha sido buena con alguna matización que haremos más adelante. El menú de mediodía, de módico precio, consta de dos entrantes, un plato principal y un postre.

El primero de los entrantes fueron unas Croquetas de bacalao

 

Me gustaron bastante, buena proporción de patata y bacalao y un crujiente rebozado a base de panko, con un suave alioli para darle un poco más de untuosidad a cada bocado.

El segundo fue un Salpicón de pulpo y gambas


Un plato con un sabor muy casero. La combinación de legumbres, en éste caso alubias blancas, y pescados o mariscos me es muy familiar y grata. La presencia de lima y cilantro le daban un toque "acevichado". Muy agradable de comer.

Como plato principal se podía elegir entre Arroz meloso de carne y Arroz meloso de pescado... los que hayáis leído mi último articulo seguramente ya estáis esbozando una sonrisilla. Si, vuelvo a toparme con los omnipresentes arroces melosos, la diferencia es que en Cuina Oberta los menús están publicados de antemano y cuando vas ya sabes que te lo vas a encontrar, sin embargo aquí que en un menú de mediodía, no habiendo carta, que por narices tengas que comerte un arroz meloso sin poder elegir un arroz seco u otra cosa no me parece de recibo. ¿Es que soy la única persona en Valencia a la que no le entusiasman los arroces melosos? empiezo a pensar que si, creo que tendré que escribir un monográfico sobre el tema. Me gusta mucho como resuelven este tema en sitios como por ejemplo Alejandro del Toro, en el que puedes comer la mayoría de los excelentes arroces que ofrecen seco o meloso, como tu elijas.

Lo anterior no quita que el arroz estaba bastante bueno



Un buen fondo de pescado, arroz en su punto, sepia, calamares, ajetes y una merluza muy jugosa y tierna. Como en el resto de platos se nota buen gusto y cariño a la hora de cocinar, como si se cocinase para la familia.

El postre era un Helado de mango con fresones y chocolate


A mitad de camino entre sorbete y helado cremoso, además de mango me sabía un poco a maracuyá. Es agradable terminar la comida con un sabor refrescante y un poco ácido. El chocolate con leche más flojillo.

En general una muy buena relación calidad precio la de éste local al que quiero volver por la noche cuando se pueden probar las especialidades que están escritas en su pizarra. No es raro que a los buenos cocineros les guste ir a sitios donde se coma bien.

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