El sentimiento con el que escribo esta reseña es de tristeza y perplejidad, tristeza porque cuando anteriormente has disfrutado en este restaurante de una comida de gran nivel y el pasado sábado fui testigo de una cena que no tengo más remedio que calificar de mediocre y llena de defectos, la desilusión es enorme, y perplejidad porque no alcanzo a entender que cambio puede haberse operado en tan sólo unos pocos meses con tan nefastas consecuencias. Podría entender que algún plato no estuviese del todo fino pero que todo el menú fuese tan flojo ya no me cuadra, saben hacerlo muchísimo mejor, lo llevan demostrando mucho tiempo, se me hace difícil pensar que ellos mismos no sean conscientes de este descenso de calidad...
En fin, vayamos al terreno de lo concreto y comentemos un poco la composición del menú.
Los aperitivos eran Salpicón anisado de mejillón gallego y Bollicao de carrillada
En cuanto al mejillón, es lo que veis, un mejillón con un poco de cebollita picada, un poquito de anís y una hierba que posiblemente fuese hinojo, una mezcla que a mi particularmente no me gustó. En cuanto al bollicao de carrillada la idea a priori es buena, hacerle una incisión longitudinal el panecillo por la parte de abajo y rellenarlo con un poco de carrillada. Sin embargo, la escasez de carne, sin salsa y algo seca, que ya es raro en una carrillada, lo convierten en un bocado realmente anodino.
Con la Caballa marinada con aceitunas de kalamata, cítricos y berros la cosa mejoró un poco y se abrieron ciertas esperanzas
La caballa, marinada de forma casera (es algo que se nota muy fácilmente) estaba buena y el conjunto armonizaba bastante bien, es opinable si el toque amargo del limón (posiblemente confitado) con su piel era excesivo o no, para mi gusto si. Un plato muy agradable en cualquier caso.
Por lo que respecta a la Yema de huevo de corral, panceta ahumada y guisantes
probablemente hubiese estado mejor sólo con los ingredientes mencionados en el nombre del plato, que estaban muy buenos, ya que la crema, una especie de parmentier de patata y guisantes con toques lácteos, no convencía en absoluto y lo convertían en un plato simplemente correcto.
En cuanto a las Albóndigas de buey con habas, ajos tiernos, limón y hierbas frescas
te dan un a cuchara para comerlo, pues cuando intenté cortar una albóndiga con la misma casi aterriza en el suelo del restaurante, estaba francamente dura, además de seca. La salsa estaba algo salada y tampoco seducía en absoluto, a mi juicio un plato completamente fallido. Por cierto, no fui capaz de encontrar una sola haba.
Llegamos a los platos principales, comenzando por la Merluza de pincho con espinacas, pasas, y sésamo tostado
la merluza fresca y tierna y nada más, la salsa no dice nada, un toque dulce de las pasas y poco más y ese trozo de verdura, creo que era de col, no estaba nada bueno tal y como lo prepararon.
La Terrina de cerdo glaseada con jugo de lenteja castellana, zanahoria, laurel y crumble de jamón
no era ni sombra de la deliciosa terrina de cordero que me comí una vez en Macel.lum, sinceramente parecían restos del cocido, no habría sabido distinguir si era cerdo, pollo o gallina, un despropósito total de plato.
Llegamos al postre, Tarta de queso, tomillo limón y miel
en la que el queso venía presentado en forma de unas bolitas de textura un tanto mantequillosa y de sabor...salado, no es broma. No sé exactamente cual es la idea detrás de este plato pero así como el resto me los comí sin ningún entusiasmo con éste no pude.
Y bien, no sé que más podemos decir, os aseguro que no me ha resultado fácil escribir esto pero lo he hecho con la misma imparcialidad que lo hago siempre (que no es lo mismo que objetividad ya que cada uno tenemos nuestros gustos subjetivos), sea cual sea el nombre del restaurante o cocinero y de las experiencias anteriores. Sólo espero y deseo sinceramente que sea un simple bache.
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