Esta es una de esas veces en las que me da bastante pereza ponerme a escribir sobre mi experiencia en un restaurante, y no sólo porque haya sido mala, que lo ha sido, sino porque ni siquiera hay anécdotas sórdidas y jugosas que puedan amenizar el relato...aunque según lo escribo me doy cuenta de que quizás no es del todo cierto. Antes de entrar en lo culinario haré tres consideraciones, el local es bonito, tiene un comedor muy luminoso debido a los enormes ventanales que dan un parque tranquilo y verde, el personal de sala tiene una formación nula en como tratar a un cliente, si el trato frío y distante no es deseable, el exceso de familiaridad y confianza puede ser igual de negativo, si no peor, por último me toca muchísimo las narices que la gente se apunte a webs de reserva y que después te digan que no te ofrecen menú porque les cobran un euro de comisión por persona, si no quieres pagarlos bórrate o al menos explica claramente las restricciones a la hora de hacer una reserva, sinceramente si no hubiese sido por no dejar a mis compañeros sin comer me habría largado en ese momento, para colmo finalmente aceptan servirnos un menú pero anulan la reserva con lo cual al día siguiente recibo un aviso de la web amenazándome con eliminar mi cuenta si reincido en la práctica de reservar y no presentarme...¡manda huevos!
El menú consiste en entrante, principal, postre y no recuerdo si una bebida, en nuestro caso elegimos tres entrantes que podían compartirse, empezando por la empanada gallega
si habéis probado alguna vez una de esas empanadas que venden en los supermercados podéis haceros una idea bastante precisa de como estaba, no creo que haga falta decir mucho más.
Los calamares fritos con alioli
se podían comer, había mucho tentáculo (la parte que más me gusta del calamar) pero estaban algo aceitosos y no demasiado crujientes, ambas cosas están estrechamente relacionadas y son consecuencia de una fritura incorrecta, tampoco estaban excesivamente frescos lo cual se notaba en la relativa falta de sabor.
Las clóchinas al vapor
mira que es difícil que no estén buenas pero aquí lo consiguieron, secas, insípidas, sin salsa, poco frescas básicamente.
Como plato principal nos pusimos de acuerdo en pedir un arroz a banda
Para empezar faltaba evaporación, había algo de caldo en el fondo y estamos hablando de un arroz seco, los mariscos duros e insípidos, el arroz sabia básicamente a pimentón, colorante alimentario y sal, un arroz muy triste que sólo se puede explicar por el deseo de obtener muchas raciones con muy poco producto, un producto además de segunda, o de tercera, congelado por supuesto, parecía que lo hubiesen hecho con agua en lugar de caldo.
De postre un yogur con frutas
Si cogéis un yogur de marca blanca de supermercado, lo colocáis dentro de un vaso de cristal y le ponéis un poco de fruta podéis reproducir este postre en casa, además el yogur estaba tibio y demasiado blando, yo no me lo comí.
La lectura mas positiva que se puede hacer de esta comida es que a pesar del producto rancio ninguno nos sentimos indispuestos tras la misma. Es una lástima que en un local que como os comentaba es tan agradable se de una comida tan mediocre, está completamente desaprovechado.
Estimado Blogger culinario no entiendo como con los conocimientos de gastronomía y montaje de platos no se compra un chiringuito en murcia y se airea un poco. Lamentamos su mala experiencia ya que no sólo no le gusto ningún plato, ni la atención, ni el agua del lavabo,sino que se encontraron indispuestos por intoxicación!!
ResponderEliminarA priori sorprende que tenga tantos conocimientos de marcas de mercadona y pueda conocer tanto de cloxinas de valencia siendo oficinista.(lo digo porque si fuera restaurador no haría el comentario q hace)
Lo del tenedor si desea se pasa por el local y se lo explico así lo entiende.
Un saludo y no quiero molestarle.
Seguramente si pensará que daño hace este tipo de comentarios de máster chef seguramente no lo haría.
Con esto no me interesa hacer polémica con usted , ni quiero que vuelva y espero que le diga a todos sus amigos y familiares que mi restaurante es pésimo ...con eso logro que no venga nadie allegado a usted y así duermo más tranquilo.
No necesito ningún tipo de respuesta. ..Usted se hace el bloguero y faltaría más no contestarle.
Un saludo
Ya se que no necesita respuesta pero aun asi haré algunas observaciones ya que creo que no ha leído el artículo con la atención suficiente:
ResponderEliminar- Yo no he mencionado el nombre de ninguna cadena de supermercados, sólo usted lo ha hecho.
- Yo no he dicho que nadie resultase intoxicado, en realidad lo que afirmo es lo contrario.
- No creo que usted sepa mi profesión, aunque sea éste un dato sin importancia (por cierto hay más profesiones aparte de restaurador u oficinista), de todas formas dígame la razón por la que un oficinista no podría saber de clóchinas. El apelar a la ignorancia ajena me parece un argumento francamente débil para defender la calidad de lo que uno hace, tenga en cuenta que este mensaje no me lo está transmitiendo a mi sino a toda su potencial clientela, oficinistas incluidos, a quien no creo que les guste que ustedes les consideren unos completos ineptos cuyo criterio no tiene interés alguno.
- No me gusta el programa Master Chef y no lo veo, asi que no tengo ninguna intención de emular lo que allí se haga o se diga.
- Puedo entender perfectamente que el artículo no le haya gustado, me parece de hecho lo más lógico, y le aseguro que no disfruto escribiendo reseñas negativas, prefiero mil veces escribir sobre un sitio donde he disfrutado. Hay otros blogs que suelo seguir en los que sus autores prefieren hablar unicamente de lo que les ha gustado, aunque respeto por supuesto su decisión para mi es ofrecer una visión sesgada y que además resta credibilidad, en mi caso he optado por contar lo que opino, sea bueno o malo, sin esconder nada, por supuesto esto te granjea enemistades y también agradecimientos. Admito que puedo hacer cierto uso de la ironía pero nunca he escrito nada ofensivo ni despectivo, por otra parte lo que escribo aquí es exactamente lo mismo que digo en el restaurante cuando se requiere mi opinión, sin duda lo recuerdan.
- ¿Es lícito o ético opinar de forma pública sobre el trabajo que desarrollan los demás? Bueno, si se hace de forma honesta y desinteresada, no veo donde está el conflicto, y por cierto tampoco veo que hayan eliminado los comentarios elogiosos de su página de fcbook, que también los tienen, ¿o sólo estos pueden opinar? Entiendo que lo que aquí escribo puede influenciar positiva o negativamente a los lectores a la hora de elegir un sitio para ir comer o cenar, es inevitable, todo acto tiene consecuencias, pero culpar al bloguero gastronomico de los males de la gastronomía, cuando lo que hacemos es simplemente opinar, dedicando tiempo, esfuerzo y dinero, sin recibir un euro por ello, haciendo publicidad gratuita (buena o mala) y siendo descalificados por todos, cocineros, críticos profesionales, camareros, incluso otros bloqueros...me parece bastante ingenuo.
-Por último me llama bastante la atención que siendo mi principal queja la baja calidad de los productos que emplean no haya en su comentario una sola palabra tratando de desmentirlo.