Creperie Bretonne Annaick

Las especialidades más conocidas de la cocina bretona son sin duda las galettes, las crepes y la sidra. Las galettes son similares a las crepes pero de una textura crujiente, debido a que en su elaboración se emplea trigo sarraceno -también conocido como alforfón-, y son muy versátiles, admiten todo tipo de rellenos, dulces o salados. En Crepperie Bretonne Annaick sirven las galettes con rellenos salados y las creppes con rellenos dulces -también con helado-, en una fórmula que lleva funcionando de maravilla durante bastantes años. También sirven cervezas y sidras bretonas, estas últimas son las que yo pido siempre pues son magníficas. Todos los locales, que están repartidos entre España y Francia, tienen una decoración muy similar, intencionadamente retro y donde la cocina se encuentra en el interior de un viejo camión o autobús. Los niños y los no tan niños pueden divertirse escribiendo o dibujando en los manteles de cartulina con las tizas de colores que siempre proporcionan. Todo ello para darle un aire divertido y desenfadado, a fin de cuentas se trata de disfrutar de una comida sencilla e informal de una forma relajada. A lo largo de los años he ido probando varias referencias de su carta, en esta ocasión le toco a la galette Gaëlic, que lleva aguacate, salmón ahumado con miel y sésamo, queso de cabra, crema de leche -la pedí sin ella-, tomate cherry y semillas de calabaza.


Estaba buena pero no es de las mejores que he comido aquí, probablemente al quitarle la nata pierde cierta jugosidad, pero me siente mal así que no tenía alternativa. Los tomates cherry no sabían a nada como la mayoría de los tomates hoy en día.

En cambio la Gouarec, con guacamole, pollo al curry, cebolla tierna, leche de coco y hojas de ensalada, y que se sirve cerrada, estaba francamente buena.


especialmente por el sabor del pollo al curry, que estaba muy acertadamente condimentado.

De postre, por supuesto, una crepe, si no queréis arriesgar y os gusta el chocolate negro como a mi la elección es sencilla, pedid la Crepe de chocolate belga


Con el helado de yogur búlgaro combina de forma espléndida.

Como ya os comenté me gusta pedir una sidra bretona brut, en este caso era ecológica, o sea de manzanas de cultivo ecológico.


En una lástima que en un país como el nuestro con mucha tradición en la elaboración de la sidra, sobretodo en Asturias y País Vasco, sea tan difícil encontrar una sidra embotellada de calidad, siendo las más conocidas que se venden por ahí algo completamente imbebible. Por si alguien se lo está preguntando, esta sidra no se escancia, y por cierto está muy buena.

Os dejo una foto, que os resultará curiosa si no habéis estado nunca allí, de la cocina embutida dentro de la carrocería de un camión.






Publicar un comentario