La visita el pasado Jueves a este restaurante nos ha dejado sensaciones contrapuestas, en términos generales la comida nos gustó, con algunos matices como veremos, sin embargo los tempos del servicio no fueron los adecuados, ya que una comida corta, de solo tres platos, resultó lenta hasta un punto un poco exasperante. Entraremos en detalle pero la sensación es que el personal de sala está suficientemente dimensionado para un comedor así de pequeño, además de la terraza, pero a los desajustes en la cocina se suma una parsimonia excesiva en la sala. Como solemos hacer cuando vamos a un sitio nuevo pedimos el menú mas sencillo, que en este caso es el menú de mediodía. Es un menú con un formato que podríamos llamar clásico, primer plato, segundo plato y postre.
Como primer plato yo tomé esta ensaladilla de merluza y gambas
que la verdad es que estaba bastante buena, suave pero sabrosa y con una cantidad contenida de mayonesa, no me gustan las ensaladillas demasiado pringosas. Soy aficionado a las ensaladillas y las he probado, entre propias y ajenas, con diferentes pescados -tengo un gran recuerdo por ejemplo de la ensaladilla "lusa" del restaurante Delirant, hecha con bacalao y polvo de aceitunas negras y de la ensaladilla de corvina de Ricard Camarena, entre otras -, pero creo que con merluza es la primera vez que la como. Si que es verdad que mi padre hacía una ensaladilla con merluza, lechuga, mayonesa y pimientos morrones, pero era otra cosa completamente distinta, no lo podríamos considerar una variante de la ensaladilla rusa, Olivier, o como queramos llamarla.
Probé el Hummus de lentejas que pidió uno de mis compañeros
No estaba mal pero en mi opinión se excedieron con el comino, dominaba el sabor del hummus sin dejarle apenas protagonismo a la legumbre.
De segundo plato me pedí un All i pebre de pulpo
Suculento, potente de pimentón -no me disgustó esto-, moderadamente picante y buen punto de cocción y de textura del pulpo, así como de la patata. No sé porque llegó entibiado a la mesa, me hubiese gustado comerlo bien caliente. Esto se agravó ya que me quedé sin bebida a mitad de plato y para conseguir que me trajesen una caña tuve que pedirla dos veces y esperar lo que me pareció una eternidad, con lo cual acabó enfriándose por completo.
Probé un poquito del Arroz de alitas de pollo
pero fue a mitad de comer el all i pebre, que tiene un sabor mucho mas fuerte, por lo que no pude percibir muchos matices, no obstante me pareció un arroz bien resuelto, con el grano bien cocido pero terso, se dejaba sentir además un buen fondo.
El postre apareció detrás de una espera muy larga, lo cual no se entiende de ninguna de las formas ya que un flan -de turrón en este caso- es algo que normalmente se hace con antelación.
Personalmente yo no habría servido un postre con una presentación tan deficiente, me habría excusado diciendo que se había acabado o que habían tenido algún problema -que parece ser el caso- y habría ofrecido otra cosa, ya que da una impresión la verdad es que bastante mala. De sabor sin embargo no estaba malo, un poco pegajoso -le falto cuajarse mejor, creo que resulta evidente- y un poco dulzón -algo esperable del turrón- pero se podía comer.
La sensación es que hay buenas maneras en la cocina pero con ciertos errores, que no debería ser un obstáculo si se saben asumir, y una relajación manifiestamente excesiva en la sala, ya que cualquier operación, pedir bebida, la cuenta o lo que fuese, acababa convirtiéndose en una odisea.
¡Hola Javi!
ResponderEliminarEn primer lugar pediros disculpas, hemos leído detenidamente tu crítica y transmitido está a todo nuestro equipo. Es una pena que os fuerais de casa con esa sensación, y que los camareros no estuvieran a la altura. Si que es preciso comentar por nuestra parte que como bien sabrás el jueves 14 comenzaban las fallas en Valencia, es por eso por lo que había un extra trabajando esos días. Seguramente el jueves mediodía no fuese necesario y como dices "el personal de sala está suficientemente dimensionado para un comedor así de pequeño", pero créenos que sí lo fue los demás días. La hostelería es así, nunca se sabe que va a pasar (y más teniendo en cuenta que son nuestras primeras fallas). A esto hay que añadir que nuestros comensales se pueden duplicar dependiendo del factor clima. Nunca habíamos tenido una crítica de este tipo hacia el servicio, pero este tirón de orejas ayuda a mejorar y pulir fallos.
En cuanto al postre, no estuvo acertada la presentación. La foto así lo muestra (la tenemos que ver en Google todos los días, y siendo sinceros, DUELE).
Por otro lado, nos alegra saber que hayáis disfrutado de la comida.
Esperamos veros pronto y esta vez, saldrá todo como debe ser.
Un saludo