Tras el cierre de Vinícolas by Raúl Aleixandre, llegó el esperado regreso a los fogones de Raúl Aleixandre de la mano de este nuevo restaurante. Si la ubicación de Vinícolas, en el Moll de Ponent del puerto de Valencia, quedaba bastante apartada -lo cual me imagino que no benefició a la prosperidad del negocio-, el emplazamiento de Baobab, en una esquina que da a la plaza Cánovas, resulta óptimo tanto para una comida de trabajo como para darse un homenaje el fin de semana o una noche cualquiera en la que queramos celebrar algo, como por ejemplo que seguimos vivos. El local, que ha sido diseñado por Sergio Adelantado -el que fuera presidente de la Academia Valenciana de Gastronomía-, está a la altura de las expectativas que despierta un proyecto pilotado por un cocinero de prestigio. Dispone de una zona de barra, donde se pueden observar las evoluciones de los cocineros, y un comedor relativamente amplio. Ambos espacios se encuentran claramente delimitados el uno del otro y resultan al mismo tiempo atractivos y funcionales. Lo primero que llama la atención hojeando la carta es que la diferencia pecuniaria entre el menú de mediodía -que consta de dos entrantes, plato principal y postre por 19,50 €- y el precio de comer a la carta se antoja más acusada que en otros restaurantes, donde o bien la carta es más económica o el precio del menú más elevado. Para que os hagáis una idea, sólo uno de los entrantes del menú marca en la carta un precio de 18 €, que ya casi iguala el precio del menú completo, es casi como si hubiese dos restaurantes dentro de uno. Lo que os quiero decir con esto es que aprovechéis la ocasión para acercaros entre semana, es una magnifica ocasión ya que no sería la primera vez que un restaurante de cierto nivel ofrece un menú de mediodía para atraer a más comensales en sus comienzos y después decide retirarlo, o convertirlo en un menú degustación.
Vayamos ya a comentar brevemente los platos del menú del Jueves pasado, comenzamos por el Matrimonio de boquerón marinado y verduras asadas.
La combinación de verduras escalibadas con pescados marinados, ahumados, en salazón, etc, es siempre ganadora. El principal activo de este plato es la calidad de los ingredientes, todos muy sabrosos, y el aliño discreto y acertado. Un bocado muy apetecible para disfrutar de un pescado fresco y de calidad, con sabores muy nítidos que dejan el protagonismo al producto -una constante en la cocina de Raúl-.
El Pulpo con cilantro y mango
es un plato que ya probé en Vinícolas, aunque en aquella ocasión el pulpo no estaba cortado en forma de carpaccio sino en tacos. A pesar de llevar ingredientes de sabor intenso como el mango, los brotes de cilantro, la salsa de soja, el aceite de sésamo -este ultimo es una hipótesis-, etc, todos ellos están bien dosificados de forma que no anulen el sabor del pulpo. Si acaso se podía haber limitado un poco más la salsa de soja ya que tenía, en mi opinión, un leve exceso de sal. Es un entrante refrescante y ligero, un plato elegante tanto en lo visual como en lo gustativo.
Como plato principal tomamos el Arroz meloso de pato y setas
A pesar de que la cocina de Raúl tradicionalmente ha estado más ligada al pescado que a la carne, los arroces son otro de sus puntos fuertes, y éste lo resuelve también de forma impecable. El fondo tiene un sabor potente y el arroz una textura perfecta. El pato en esta ocasión es confitado, con ese color, textura y sabor "ajamonado" y las setas -aprecié boletus, shimeji y creo que también shitake- estaban también tiernas y deliciosas. Un plato de cuchara realmente reconfortante.
El postre es una Tarta tatin de peras.
sabéis que no soy nada postrero pero quizás por eso mismo me encantó esta tatin, ya que la pera sabe exactamente a pera debido a la limitada cantidad de azúcar. Perfectamente asada, ligeramente caramelizada y acompañada con una delicada chantilly. Un postre muy fino.
Baobab es -no podía ser de otra manera- un restaurante donde se cuida el producto, una magnifica elección cuando queramos comer bien sin complejos y arriesgados experimentos. El servicio también está a la altura de la cocina, a pesar de que el restaurante todavía tiene poco tiempo de rodaje no se aprecian desajustes llamativos y el servicio está a un buen nivel.
Una ultima nota, si sois amantes de la cerveza -no diré nada de los vinos porque aunque la bodega es extensa no teníamos idea de pedir-, disponen de buenas cervezas artesanales, como por ejemplo Zeta, procedente de Alboraya y que podéis degustar en barril. Es una cerveza muy interesante, turbia y con un toque a azahar que la hace refrescante y aromática.
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