Este plato surgió, como tantas veces sucede, de la casualidad. Me proponía hacer un pesto a la genovese cuando descubrí horrorizado que no me quedaba ajo "normal" pero casualmente me quedaba ajo negro que había comprado para otro uso unos días antes... asi que me armé de osadía y decidí emplearlo a ver que salía. El resultado fue una salsa de sabor muy agradable, ligeramente dulce y de textura melosa. La serví sobre unos espaguetis integrales aunque podéis utilizar la pasta que más os apetezca.
Ingredientes
- 1 cabeza de ajo negro
- Queso parmesano recién rallado
- Piñones
- Pimienta negra
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pasta
Elaboración
Se tuestan los piñones en el horno o en una sartén con mucho cuidado de que no se quemen, se ralla el queso parmesano y se pelan los dientes de ajo. Se coloca el ajo, el queso y los piñones en un vaso batidor, se añade pimienta negra recién molida y un poco aceite de oliva. Trituramos y vamos añadiendo aceite poco a poco hasta obtener la textura deseada, No queda más que servirlo sobre vuestra pasta preferida.
Personalmente el ajo negro es un producto que me gusta y al que le veo grandes posibilidades. Como siempre que se empieza a trabajar con un producto nuevo al principio resulta complicado saber como y donde utilizarlo, hasta que nos vamos familiarizando con sus características. A los que les repela el sabor picante o el olor del ajo hay que decir que el ajo negro ni pica ni "repite", es un ajo de sabor suave y un tanto agridulce y una textura sedosa.
El único inconveniente es su elevado precio, que esperemos vaya disminuyendo conforme se vaya extendiendo su uso y por tanto abriéndose el mercado y la competencia.
El único inconveniente es su elevado precio, que esperemos vaya disminuyendo conforme se vaya extendiendo su uso y por tanto abriéndose el mercado y la competencia.
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