Ingredientes
- 3 o 4 tomates maduros
- 125 gramos de frambuesas
- 1 caballa
- 1 rebanada grande de pan de hogaza
- 1 diente de ajo
- Vinagre de arroz
- Salsa de soja
- Jenjibre
- Aceite de oliva virgen extra
- Sésamo negro
- Albahaca
- Sal
Elaboración
Ya sabéis que hay que tener congelado el pescado 72 horas si lo vamos a consumir crudo. Una vez descongelada la caballa le sacamos los dos lomitos y los desespinamos cuidadosamente, para ello os resultarán muy útiles, casi indispensables, unas pinzas específicas para tal menester. Una vez limpios ponemos a marinar los lomos con salsa de soja, vinagre de arroz y jenjibre durante una hora.
Pelamos los tomates y el diente de ajo, los ponemos en un vaso de batidora, añadimos un chorro muy generoso de aceite, un poco de vinagre y una pizca de sal y lo batimos bien. Acto seguido cortamos el pan (el mejor es el pan de hogaza asentado, es decir, que tenga un par de días al menos) en trozos y lo sumergimos en el vaso. Para que se empape bien y se ablande lo dejaremos unos diez minutos tras los cuales trituraremos. Añadimos las frambuesas y trituramos de nuevo, probamos de sal y de acidez y si fuese necesario ponemos un poco de sal y/o de vinagre. Yo he utilizado vinagre de arroz por dos motivos, por una parte es más suave que el de vino o manzana y teniendo en cuenta que las frambuesas ya aportan acidez resulta conveniente y por otra aporta cierta continuidad al plato al haber marinado la caballa también con vinagre de arroz. Generalmente no será necesario colarlo pero si queremos una textura muy fina lo colamos.
Ya sólo nos queda cortar la caballa en sashimi, ya sabéis, con el cuchillo inclinado 45º respecto a la tabla de cortar y servir, puede servir tanto un cuenco como un plato hondo. Mi sugerencia de presentación es como veis en la imagen, con 2 frambuesas, 2 hojas de albahaca pequeñas y un poco de sésamo negro sobre la caballa.
Un plato sencillo y económico, ideal para la temporada calurosa que se nos avecina y con el que sorprenderéis.
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