Restaurante Diblú

Anoche estuve por primera vez en éste restaurante, al que acudí, como siempre que se va a un sitio nuevo, con buenas expectativas y a la vez cierto recelo. El local tiene una decoración moderna y elegante, los interioristas que lo diseñaron hicieron un buen trabajo. Me llamaron la atención las columnas con "efecto antiguo", es decir, que simulaban restos arqueológicos, sin que esto entre en contradicción alguna con lo que decía del diseño actual del restaurante. Yendo ya a la comida, que al final es lo importante, la sensación con la que me quedé es más que positiva, buen género, platos en su punto y bien presentados, cantidades adecuadas y algunos toques creativos bastante interesantes. Encontré algunos defectos o carencias, en parte subjetivas, que no empañan en absoluto lo que podríamos calificar como una cena magnífica.

La cena comenzó con tres entrantes, el primero que llegó a la mesa fueron unas vieiras con jamón ibérico y huevas de trucha



Las vieiras son una de mis debilidades y, aunque también me gustan las tradicionales vieiras gratinadas con bechamel y pan rallado, como más me gustan son a la plancha o crudas en sashimi. La sencilla combinación de vieira, jamón y huevas resulta de lo más apetitosa y la vieira estaba fresca y jugosa, es una tapita que sin duda recomiendo. En cuanto al guacamole con tomate seco y yuca frita


tengo que decir que el guacamole estaba bueno pero eché a faltar la personalidad que le podría haber conferido el tomate seco, al que le faltaba presencia. En cuanto a las chips de yuca al ser tan finas no podían usarse para "dipear" puesto que se rompían. En definitiva podríamos decir que es un buen plato que se podría en mi opinión resolver mejor cambiando algunas cosas.

A los canutillos de puerro y queso de cabra no hay ningún pero que ponerles


Puerro caramelizado y queso de cabra envueltos en crujiente pasta filo y con acompañamiento de membrillo dan como resultado un plato absolutamente delicioso, es mejor que lo probéis a que yo intente explicároslo. Memorable, de esos platos que se recuerdan mucho tiempo después de haberlos comido.

Metidos ya en lo que fueron los platos principales comenzaremos por el Tataki de atún


Hay varias consideraciones que es necesario hacer. El atún estaba muy bueno, muy fresco y sabroso. Había excesiva sal maldon que tuve que retirar con el cuchillo para evitar el sabor demasiado salino, con lo cual se acaba retirando también el aliño de hierbas. El aceite texturizado sin duda le da un toque vanguardista al plato y resulta muy agradable como se funde o se licúa al contacto con la lengua, sin embargo creo que se queda un poco corto como acompañamiento principal del atún, creo que habría sido un buen complemento junto con algún otro elemento que le aportase un poco más de frescura. Yo le daría una vuelta al plato para sacarle más partido a este grandioso producto que es el atún en una de sus presentaciones sin duda más apetecibles como es el tataki. 

Y seguimos con el Magret de pato con salsa de frutos rojos


La carne estaba tierna, jugosa y sin exceso de grasa, con un punto de cocción impecable. La salsa de frutos rojos,  en la que predominaba la grosella,  tenía un sabor espectacular, con el punto justo de acidez en mi opinión y con suculentos "tropezones", es decir, grosellas enteras que le aportaban textura. Y el maridaje de la salsa con la carne perfecto, una de las mejores salsas sin duda con las que se puede acompañar el pato. Si os gusta el pato y los frutos rojos este plato os encantará.

Los postres que vienen a continuación son de los mejores que he probado últimamente, y os lo dice alguien que no es especialmente goloso y  para el que los postres tienen un rol secundario, lo que le da más valor a ésta afirmación. Aquí podéis ver la Torrija de horchata con helado de Baileys


El helado es lo de la derecha, lo de la izquierda es nata. La torrija es una de las mejores que he comido en mi vida, tanto en textura, realmente esponjosa, como en sabor, con moderación en la cantidad de azúcar que es lo que yo siempre busco. El sabor de la horchata es sutil pero perceptible y la combinación con el helado de Baileys todo un acierto. Aviso, puede crear adicción.

El Coulant de chocolate con helado de mango


también puede resultar peligroso para los chocoadictos. Si lo probáis enseguida os daréis cuenta de que no ha sido elaborado por ningún concursante de Masterchef puesto que técnicamente es perfecto, con el exterior esponjoso y el interior líquido y con un sabor fantástico, a Michel Bras no le habría disgustado. Ya sabéis que el chocolate negro combina bien con casi cualquier cosa y en particular con la mayoría de las frutas, con el mango también se entiende a las mil maravillas. Coged la cuchara, llevárosla a la boca, cerrad los ojos y soñad...

En definitiva recomiendo este restaurante a los amantes de las buenas experiencias gastronómicas, un sitio que no te puedes perder si vives en Valencia o la visitas y te gusta no sólo comer sino disfrutar con la cocina, experimentar, aprender...
Para ser justos con todo el mundo he de decir también que el trato de todo el personal de sala es atento y profesional y por último un comentario que interesará a los beneficiarios de cheques restaurante y es que aquí podéis pagar también con ellos.

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