Como me imagino que el nombre os creará bastantes dudas, vamos por partes. Las tikkis son una especie de tortas delgadas, como pequeñas hamburguesas, que se hacen a la plancha, en este caso con patatas (aloo), espinacas (palak) y varias especias. El thoran es un curry vegetal seco que en este caso está hecho con col y la raita es una salsa de yogur con hierbas y especias. Todo lo anterior va acompañado en éste caso con rúcula y unas chips de patata. Es un plato muy especiado y bastante picante, básicamente por la tikki, no llega a ser un picante agresivo pero se hace notar. La thoran, con semillas de mostaza, está muy buena y el conjunto resulta bastante convincente aunque yo le habría puesto un poco menos de picante para que se apreciasen mejor todos los sabores.
De segundo plato me pedí un curry de pescado cuyo nombre completo era Kukul Mas Koriya con paratha y lima encurtida, que fue sin duda lo mejor de la comida
La merluza estaba buena, tierna y jugosa, presumiblemente hecha al vapor, la salsa con leche de coco y especias muy equilibrada y sabrosa, adecuadamente espesa y con un puntito cítrico muy acertado, el arroz basmati en su punto de cocción. Lo único que no me gustó es esa salsa roja que aparece en una "esquina" del plato, muy salada y algo amarga. Venía acompañado por la paratha
que es una especie de panecillo fino de harina de trigo hecho en una sartén con un poco de ghee y relleno de alguna verdura como la patata. Un acompañamiento excelente que hacía el curry un plato muy completo y del que disfruté mucho.
Pude probar también el Dry kao sai
La kao sai es normalmente una sopa con noodles de arroz y otros ingredientes, en este caso el "dry" especifica que se trata de fideos secos. Los sabores que pude percibir con mas claridad fueron el del cacahuete, la cebolla frita crujiente, la cebolla china, el cilantro y algo de leche de coco que le daba cierta cremosidad a la salsa. Un plato sabroso y apetecible aunque quizás resultaba un pelín pesado.
El postre fue el plato más convencional aunque estaba muy bien conseguido, consistió en una especie de "tarta de queso" con frutos rojos servida en un vasito
Me gustó especialmente la textura del queso, similar a una mousse. La presencia de pequeñas semillas de vainilla delataba la presencia de este aromático que también se percibía de forma sutil en el sabor. El contenido controlado de azúcar lo hacían un postre fácil de comer.
Una primera toma de contacto satisfactoria y muy prometedora, volveremos a probar otras cosas y conocer más en detalle la filosofía y el concepto de éste restaurante que está despertando gran interés. Empezamos a entender el motivo.
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