Se necesita cierta familiaridad con la comida peruana para distinguir los diferentes tipos de sopas de pescado tradicionales ya que a veces la línea divisoria entre un chilcano, un aguadito, una parihuela, un chupe, etc, es bastante sutil. En este caso, yo creo que la principal característica de un chupe es la cremosidad, que se debe a la adición final de huevo, queso fresco y leche evaporada. El más típico quizás es el chupe de camarones pero se puede hacer también con muchos pescados, nosotros en este ocasión lo vamos a hacer con sargo, un pez que tiene bastante faena para conseguir filetes sin piel ni espinas pero que tiene una carne con un sabor delicioso y a la vez nos permite obtener un buen caldo para preparar la sopa.
Ingredientes
Caldo de pescado
- Cabeza y espinas del sargo
- Una cebolla
- Una zanahoria
- Un puerro
- Un pimiento verde
- Unas ramas de perejil
- Pimienta en grano
- Una hoja de laurel
Mazorca de choclo
- Una mazorca
- Una cucharadita de azúcar
- Media lima
Chupe de pescado
- Filetes de sargo
- Una cebolla roja
- 2 dientes de ajo
- Una patata
- Una o dos zanahorias
- Guisantes
- Caldo de pescado
- Vino blanco
- Ají amarillo
- Ají panca
- Comino
- Orégano
- Una hoja de laurel
- Choclo
- Huevos
- Leche evaporada
- Queso fresco latino
- Aceite de oliva virgen extra
- Cilantro
- Sal
- Pimienta negra
Elaboración
Caldo de pescado
Lo primero que tendremos que hacer es, y esta es la parte de la receta que requiere cierta destreza, filetear, pelar y desespinar el pescado, el sargo tiene bastantes o muchas espinas así que paciencia, una vez hecho esto, hervimos todos los ingredientes en una olla con agua durante aproximadamente veinte minutos, desespumando de vez en cuando, colamos y reservamos.
Mazorca de choclo
Hervimos la mazorca en agua con lima y azúcar durante quince minutos, reservamos.
Chupe de pescado
Hacemos un sofrito con la cebolla roja picada fina, el ajo, el ají amarillo licuado, un poquito de ají panca y de comino, añadimos la patata cortada en daditos, la zanahoria cortada en bastones y la hoja de laurel, sofreímos un poco más y añadimos el vino blanco, el caldo de pescado y una pizca de orégano. Hervimos el caldo durante aproximadamente quince minutos, cuando queden cinco echamos en la olla los guisantes desgranados (yo he usado frescos, si son congelados necesitan más tiempo obviamente).
Para rematar la sopa, añadimos los huevos, dejamos que se semicuajen y removemos, acto seguido le ponemos el queso fresco y un chorrito de leche evaporada. Servimos con cilantro fresco recién picado.
Si no estoy equivocado se le suele poner también un poco de arroz pero a mi se me antojaba demasiado contundente. En lugar de guisantes podéis ponerle también un poco de habitas y si tenéis la suerte de tener huacatay podéis utilizar este en lugar del cilantro. Una sopa rica y nutritiva que puede ser perfectamente plato único.
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