Atmosphere

Esta es una de esas ocasiones, hay muchas, en las que una única visita a un restaurante no es suficiente para poder hacer una valoración de la calidad del mismo. Los platos estaban bien hechos, sin ningún error importante pero eché en falta un punto de sapidez, de chispa. Al ser un menú de mediodía clásico, es decir, primero, segundo y postre, la elección de los platos puede hacer variar bastante la sensación con la que te quedes, por eso digo que después de un par de visitas más creo que podré hacerme una idea más cabal de si su propuesta culinaria encaja con mis gustos y preferencias. Para los que no lo sepáis el restaurante está ubicado en el interior del Instituto Francés, tiene unos amplios ventanales y una terraza interior que lo hacen muy luminoso y su cocina, sin ser propiamente cocina francesa, tiene indudables influencias de la gastronomía del país vecino.

Vamos ya con el menú del otro día, comenzando por la Tartaleta de calamares con cebolla caramelizada y salsa romesco


Sin duda el plato que más me gustó, todo estaba en su punto, la salsa romesco me entusiasma (le dediqué este artículo) y es el acompañamiento perfecto. Un plato muy sabroso al que no hay nada que objetar si exceptuamos la sal maldon por encima que tanto odio, afortunadamente era poca en esta ocasión.

El segundo plato era un Bacalao al horno con tagliatelle negro y velouté de gambas


Entre el bacalao y la pasta había verduritas, habitas y espárragos si no recuerdo mal. El bacalao estaba bastante bien de punto pero la velouté tenía un sabor ténue, insuficiente, a pesar de que la gamba estaba muy buena. Es curioso porque las cabezas y cáscaras de gambas o crustáceos en general suelen dar un sabor potente, no sé si ha contenido expresamente para no opacar el sabor más delicado del bacalao pero lo cierto es que no redondea el plato, al que le falta algo más de sabor para convencer.

De postre una Tarta clafoutis con cerezas y almendras.


La clafoutis es una tarta tradicional francesa que se hace horneando en un molde cerezas con una masa similar a la que se utiliza para elaborar creppes. No es que me esperase una tarta de santiago con cerezas incrustadas pero lo cierto es que la almendra era casi imperceptible y a mi modo de ver, y no entro en si es una tarta clafoutis bien hecha según la fórmula tradicional, es un postre anodino, quizás alguien más goloso la apreciaría más.

Atmosphere suele aparecer en los listados de restaurantes con mejor relación calidad precio de Valencia pero esto es bastante engañoso, me explico, el pan se cobra aparte, aunque no lo habría necesitado tenía curiosidad por probarlo, 1,50 € por cuatro rebanaditas muy finas de un pan que, sin ser de los peores, no es de calidad, las bebidas tampoco son baratas, aquí por cierto hay que decir que la oferta de cerveza es ridícula, tres marcas de cerveza, dos de ellas con alcohol y ambas mediocres. Pero sin duda la nota disonante la pone el apartado de las infusiones pues 3,50 € por un té me parece claramente excesivo, por más que se sirva en una tetera japonesa de hierro, la tetera no me la llevé a casa, se quedó en el restaurante y se puede seguir usando, le hice poco desgaste por lo que no me parece que sea un argumento para elevar el precio de esa forma.


Publicar un comentario