La cocina tailandesa vive un gran momento, su difusión a nivel internacional es cada vez mayor y aunque el número de restaurantes especializados es todavía bajo (si exceptuamos las cadenas de "fast food" donde se preparan sencillos platos al wok) si la comparamos con otras cocinas asiáticas como por ejemplo la japonesa, su presencia en restaurantes de todo tipo que deciden darle un "toque thai" a algunos de sus platos es muy importante. Tailandia se ha convertido en lugar de peregrinaje para los fanáticos de la comida y también para cocineros, incluyendo la élite de la profesión, en busca de ideas e inspiración, de combinaciones imposibles de sabores, de ingredientes exóticos. La cocina tailandesa, y en general la del sudeste asiático, es una de las más sorprendentes que podemos encontrar, una cocina donde lo dulce, lo salado, lo ácido y lo picante se dan la mano muchas veces en el mismo plato, lo que provoca una sensación de desconcierto en nuestros paladares poco entrenados a esté cúmulo de sensaciones simultáneas. En Valencia, Namwan es hasta donde yo sé el mejor restaurante de comida tailandesa, además del más completo y en el que se hace una cocina más genuinamente tailandesa.
Os cuento lo que cené la otra noche, comenzando por el Yam Ma Muang
una de las ensaladas más típicas que se prepara con mango verde (llevaba un poco de mango normal también), cebolla, cacahuetes y un aliño agridulce y picante. El mango verde no es otra cosa que mango sin madurar, no sería muy recomendable para tomarlo sólo pero cortado en tiras finas y aliñado da una textura crujiente y un sabor ácido y refrescante realmente interesante. El cacahuete es un elemento fundamental sin el que no se entendería la cocina tailandesa, es raro el plato que no lo lleve. La ensalada resulta apetitosa y deseable, un muy buen comienzo.
El Kai Satee son unas brochetas de pollo macerado en curry y leche de coco que se se hacen a la plancha y se sirven con crema de cacahuetes
El pollo estaba bueno pero la salsa quizás era un poco más dulce de lo debido; aunque muchos de los platos de la cocina tailandesa tienen un punto dulce, este se suele contrarrestar o más bien equilibrar con el sabor ácido o picante, aquí el nivel de picante era muy bajo, sin duda para adaptarlo al gusto local ya que la comida en Tailandia suele ser tremendamente picante, la próxima vez diré que lo quiero un poco más "hot". El arroz jazmín estaba además de insípido terriblemente pasado, al punto de resultar completamente incomestible; por supuesto hice ésta observación al personal de sala que me hizo llegar una explicacion un tanto confusa que se podría sintetizar en "allí se hace así"...no he estado en Tailandia pero me resulta imposible de creer tal cosa, preguntaré a quienes hayan viajado o a algun nativo si lo encuentro, hubiese preferido que me dijesen que esa noche les había salido mal (la hipótesis más probable), ahora me he quedado con la idea nada atractiva de que la próxima vez que vuelva va a estar igual. Lo digo con ánimo constructivo y sin ninguna acritud, ya que me gusta la comida que hacen y voy a volver más veces.
El Pha Rat Pik o lubina en salsa de tamarindo
también me gustó, la lubina estaba crujiente pero con un rebozado mínimo, muy fino y sin apenas aceite, la salsa de tamarindo tenía ese punto ácido y dulce que le da este fruto, un ingrediente también fundamental en la cocina tailandesa. El punto de picante era también muy prudente, como en el anterior plato pediré que le pongan más guindilla y/o una guindilla más potente. En cuanto al arroz que acompañaba al pescado me remito a lo ya dicho.
Y si hay un plato verdaderamente icónico de la cocina de Tailandia, además de sus currys, es el Pad Thai, plato de fideos de arroz que se preparan con huevo, salsa de pescado, salsa de tamarindo, cacahuetes, guindilla y otros ingredientes, en este caso pedí el Pad Thai de gambas
Un plato preparado de forma magistral, perfecto de sazonamiento, con un total equilibrio en todos los sabores, sólo por este plato merecería la pena acercarse a visitar Namwan. Magnífico.
En los postres no había nada distinto de otros restaurantes, ningún postre típico excepto un flan de coco que no sonaba especialmente atractivo; para matar el síndrome de abstinencia de triptófano se optó por la tarta de chocolate
bastante conseguida por cierto, bizcocho húmedo y jugoso con un chocolate bastante negro, cosa que agradezco.
Como resumen podemos decir que en este sencillo local se prepara una cocina "thai", por cierto a un módico precio, que no podéis dejar de probar si tenéis inquietudes gastronómicas o simplemente si os gusta la cocina oriental y queréis probar sabores nuevos. Si os gusta el picante moderado como a mi pedid que os lo hagan un poco más picante ya que son demasiado prudentes en este sentido. Me queda únicamente la desazón del arroz, veremos que ocurre la próxima vez, si realmente es así siempre no estaría mal que igual que en muchos restaurantes te permiten llevar tu propia botella de vino aquí pudiera llevar mi "tupper" de arroz preparado en casa...no quiero que me cobren menos ni más por ello, sólo poder comer un poquito de arroz en condiciones.
Me gustaría añadir algún detalle sobre el restaurante Namwan Thai Food, Su nombre como lo indica en su pancarta, significa " Agua Dulce en Tailandes " nombre de pila de la hija de los dueños.
ResponderEliminarEste restaurante, situado en la calle Serpis 24 de valencia, es el único y verdadero restaurante thai de valencia, y Para poner en antecedentes a nuestros lectores, remarcaremos que no es lo mismo viajar a Rusia y que te sirvan una paella valenciana cocinada por un turco o un japones... de ahí la originalidad de este lugar...
Bee , como se llama la dueña, es originaria de un pueblecito del centro norte de Tailandia en pleno corazón de la región de Chayapum, en donde viven "Los Issahan",
Bee se crió entre fogones desde que aprendió a andar y su pasión por la cocina le trajo a trabajar como chef en dos de los restaurantes propiedad de sus padre. Su cocina se ve mezclada entre aromas, dulces, fuertes y ácidos que provienen de un saber hacer de varios años de experiencia en lo que trata a la cocina Tai. Su autenticidad y garantía ponen su sello de origen en lo que representa algunos de los platos de su país.. En el restaurante no existen ningún plato preparado con antelación, ni tampoco congelados o frigorificados, la compra para el servicio se hace a diario, evitando las congelaciones y lo recalentado... Verdaderamente un Lugar que sin duda tenéis que visitar si sois amantes de la comida sana y diferente.