Hace unos meses vio la luz el nuevo proyecto de Sergio Mendoza en Patraix, a pocos metros de El Astrónomo, el otro negocio dirigido por la misma familia y del que ya os habíamos hablado en otra ocasión. A nivel estético comparte características similares, prima la funcionalidad y la decoración sugiere que la reforma se hubiese quedado sin acabar aunque paradojicamente es todo lo contrario, está todo muy pensado, no en vano Sergio es diseñador. Destaca por ejemplo que el letrero de la droguería que ocupaba antes el local se ha conservado como si de una reliquia se tratase. No comparto los mismos gustos en cuanto a interiorismo y tampoco entiendo que interés tiene conservar un letrero que no tiene valor artístico alguno (ni ningún otro) pero esto por supuesto es lo de menos. El encargado de diseñar la carta y poner en órbita El Observatorio ha sido Richi Goachet, al que conocemos bien y del que ya hemos hablado cuando hicimos la reseña sobre Gadhus. Es una carta de tapas sencilla pero atractiva con algunos guiños a la cocina de Perú, su tierra natal.
Comenzamos con una Ensaladilla ahumada con mayonesa de all i pebre servida dentro de cucuruchos crujientes.
La ensaladilla no está mal pero no convence, el sabor está dominado por el ahumado de la anguila y el ácido de los encurtidos, al estar muy triturada no se aprecian texturas y la patata pasa desapercibida.
La Causa limeña
viene servida en este extraño artilugio, no demasiado práctico (para comerla me refiero) pero está muy buena, la patata tenía un punto óptimo de ají amarillo y de lima y el conjunto, con el atún, el aguacate y la mayonesa resulta sumamente apetitoso.
Las Croquetas de pollo a la brasa con alioli
también están buenas, muy cremosas, me pareció que la bechamel llevaba un pelín de curry aunque también recuerda un poco a la papa a la huancaína o incluso al ají de gallina, cosa que tampoco debe sorprendernos siendo Richi su "creador".
El Ceviche de corvina con aguacate
estaba demasiado salado, no tanto el jugo sino el pescado en si. Así lo hicimos saber y la respuesta fue, textualmente: "no está salado, es así, si queréis podéis pedir otra cosa". Hay varias cosas que se me ocurren respecto a esta contestación, para no perdernos las enumero:
Para compensar el chasco cevichero pedimos unos Bocatines de sepia en pan al vapor con mayonesa y cebolla marinada
Los encontré magníficos, la sepia va picada formando una especie de figatell, queda muy tierna y el contraste con el resto de ingredientes lo hacen un bocado muy bueno.
El postre literalmente se llamaba así: "Taco de némesis de chocolate, sobre espuma de chocolate caliente, helado de fruta de la pasión y granola de chocolate", un nombre un poco largo pero con un buen resultado.
La mezcla del chocolate, con diferentes texturas y temperaturas y el toque ácido del maracuyá lo hacen muy agradable de comer y nada pesado, muy recomendable.
En términos generales podemos decir que la cocina de El Observatorio consta de buenos platillos para una comida o cena informal a precios módicos aunque no os voy a negar que el asunto del ceviche me pareció absolutamente inapropiado y me dejó bastante mosqueado. Por cosas como ésta y otras mucho peores que me pasan de vez en cuando cada vez aprecio más el buen servicio cuando lo recibo.
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Comenzamos con una Ensaladilla ahumada con mayonesa de all i pebre servida dentro de cucuruchos crujientes.
La ensaladilla no está mal pero no convence, el sabor está dominado por el ahumado de la anguila y el ácido de los encurtidos, al estar muy triturada no se aprecian texturas y la patata pasa desapercibida.
La Causa limeña
viene servida en este extraño artilugio, no demasiado práctico (para comerla me refiero) pero está muy buena, la patata tenía un punto óptimo de ají amarillo y de lima y el conjunto, con el atún, el aguacate y la mayonesa resulta sumamente apetitoso.
Las Croquetas de pollo a la brasa con alioli
también están buenas, muy cremosas, me pareció que la bechamel llevaba un pelín de curry aunque también recuerda un poco a la papa a la huancaína o incluso al ají de gallina, cosa que tampoco debe sorprendernos siendo Richi su "creador".
El Ceviche de corvina con aguacate
estaba demasiado salado, no tanto el jugo sino el pescado en si. Así lo hicimos saber y la respuesta fue, textualmente: "no está salado, es así, si queréis podéis pedir otra cosa". Hay varias cosas que se me ocurren respecto a esta contestación, para no perdernos las enumero:
- ¿Tiene mucho sentido que si del resto de platos no me he quejado respecto al sazonamiento me queje de éste si tuviese la misma cantidad de sal que los demás?
- Llevo muchos años comiendo y preparando ceviches, creo que puedo identificar si está más salado de la cuenta, pero es que además se da la circunstancia de que estaba comiendo con una persona que es peruana y que tomaba ceviche prácticamente ya en el biberón... para que os hagáis una idea, es como si voy a comerme una paella en un restaurante de Lima (cosa que nunca haría) y pretenden decirme que la paella se hace como ellos dicen...en fin, sin ánimo de ofender a nadie creo que hay que tener un poco más de humildad.
- Aunque estés o no de acuerdo y puesto que ese ceviche lo tienes que tirar igual (o eso espero), ¿no puedes hacer otro ceviche con menos sal en lugar de otro plato distinto? Me parece completamente absurda esa inflexibilidad, que creo que sólo pretende dar a entender que los platos están perfectos y que no se admite variación ni crítica alguna.
Para compensar el chasco cevichero pedimos unos Bocatines de sepia en pan al vapor con mayonesa y cebolla marinada
Los encontré magníficos, la sepia va picada formando una especie de figatell, queda muy tierna y el contraste con el resto de ingredientes lo hacen un bocado muy bueno.
El postre literalmente se llamaba así: "Taco de némesis de chocolate, sobre espuma de chocolate caliente, helado de fruta de la pasión y granola de chocolate", un nombre un poco largo pero con un buen resultado.
La mezcla del chocolate, con diferentes texturas y temperaturas y el toque ácido del maracuyá lo hacen muy agradable de comer y nada pesado, muy recomendable.
En términos generales podemos decir que la cocina de El Observatorio consta de buenos platillos para una comida o cena informal a precios módicos aunque no os voy a negar que el asunto del ceviche me pareció absolutamente inapropiado y me dejó bastante mosqueado. Por cosas como ésta y otras mucho peores que me pasan de vez en cuando cada vez aprecio más el buen servicio cuando lo recibo.